En sus manos
Hospitales y ruido, cuestión de salud y convivencia
El ruido por el día es molesto, por la noche no quiero ni contaros, pero el ruido por la noche en un hospital es algo absolutamente insoportable. Hablamos de centros, lugares, donde los pacientes están intentando recuperarse de una enfermedad.
El ruido por el día es molesto, por la noche no quiero ni contaros, pero el ruido por la noche en un hospital es algo absolutamente insoportable. Hablamos de centros, lugares, donde los pacientes están intentando o en proceso de recuperación de una enfermedad.
Algunos comportamientos tan sencillos como los siguientes ayudarían en gran medida a disminuir los niveles de ruido en hospitales:
- No hablar con un tono elevado en los pasillos
- Realizar con cierto orden los cambios de turno del personal
- No dar portazos o golpes fuertes cuando se quiere entrar en una habitación
- Utilizar la sirena luminosa de las ambulancias en lugar de la sirena sonora
El ruido por la noche en un hospital es algo absolutamente insoportable
Algunos centros, como el Hospital de Guadarrama en Madrid, ya han apostado por estas iniciativas y han conseguido reducir sus niveles de contaminación acústica diez decibelios.
Es ahora cuando debemos preguntarnos, ¿si este hospital lo ha conseguido, por qué los demás no?
El ruido se puede evitar en los hospitales
La iniciativa surge a raíz de las sugerencias que realizan los propios pacientes, que se quejan del ruido que hay en el hospital y que proviene, en la mayoría de los casos, del propio personal que trabaja en el centro.
Una de las enfermeras del hospital, después de dar muchas vueltas a la cabeza sobre esta idea, se propuso conseguir el descanso de sus pacientes. Consideraba importante que su estancia, ya que están en un centro sanitario, fuera lo más agradable posible.
La iniciativa del Hospital de Guadarrama también se realiza en Barcelona, con el objetivo de cumplir la recomendación de la OMS de que el ruido en las habitaciones no supere los 40dB
Para que medidas como estas puedan llevarse a cabo, es importante que todos sintamos que estamos trabajando por un bien común, que estemos comprometidos con el resultado y, sobre todo, que nos pongamos en el lugar del otro.
Debemos pensar, por un momento, si fuéramos nosotros lo que estuviéramos ingresados en este centro, o un familiar. ¿Cómo nos gustaría que fuese nuestra estancia?. Esta es la clave para poder, entre todos, conseguir un centro tranquilo en el que los pacientes no completen la hoja de sugerencias hablando del ruido.
La iniciativa del Hospital de Guadarrama en Madrid también se está llevando a cabo en Barcelona, donde los hospitales tienen el objetivo de cumplir con la recomendación propuesta por la OMS de que el ruido en las habitaciones no supere los 40dB.
Se trata de medidas como, por ejemplo, bajar el volumen de los dispositivos electrónicos, limitándolos, o cambiar los horarios de reposición de los almacenes. Son tareas de bajo coste económico y fáciles de realizar. Solo hace falta que estemos comprometidos con el cambio, porque no están normalizadas a día de hoy en nuestros centros hospitalarios.
La realidad es que en muchos centros hospitalarios se superan con creces los decibelios recomendados y que nos queda mucho camino por andar en la lucha contra el ruido
Si fuera yo el paciente, ¿cuanto ruido querría escuchar?
La puesta en marcha de campañas informátivas contra el ruido en el interior de los hospitales o centros de salud es de gran ayuda, puesto que cumple varios criterios fundamentales a la hora de luchar contra algo que es desagradable:
- Informa a los pacientes, a los trabajadores y a los familiares que visitan el centro
- Visibiliza la existencia real de un problema ante la falta de concienciación
- Explica los beneficios que obtendremos
Estas campañas han conseguido disminuir de manera considerable el ruido en gran número de centros hospitalarios, por lo que sería muy interesante implementarlas en todos los centros para combatir el ruido y las molestias a los pacientes.
El objetivo final de la OMS es conseguir que en las habitaciones no se superen los 30 o 40 dB y que el nivel de ruido sea equiparable al de una biblioteca o una conversación en susurros.
La realidad es que en muchos centros hospitalarios se superan con creces los decibelios recomendados y que nos queda mucho camino por andar en la lucha contra el ruido.
Todos coincidimos en que el silencio es fundamental para conciliar el sueño y obtener un mejor descanso, por eso, para un momento y piensa: ¿y si fuera yo el paciente, cuanto ruido querría escuchar?