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Auriculares ‘seductores’ y patologías del oído
ENTREVISTA | Dr. Jaime Carbonell, otorrinolaringólogo y cirujano – Hospital Quirónsalud Palmaplanas
«Lo único bueno del ruido es que se puede prevenir»
El Dr. Jaime Carbonell lo tiene absolutamente claro, y así lo afirma en conRderuido.com:
«Vivimos en un mundo ruidoso, pero lo que puede acabar lesionando nuestra audición es la exposición excesiva (muy fuerte o muy prolongada) que afecta a las estructuras del oído».
Y añade: «la exposición al ruido es nociva en muchos aspectos, no solo en la audición».
En la actualidad, el Dr. Jaime Carbonell desarrolla su actividad asistencial en la Hospital Quirónsalud Palmaplanas, como responsable del área de Otorrinolaringología (consulta, hospitalización y urgencias).
Auriculares ‘seductores’ y patologías del oído – El ruido, enemigo silencioso – conRderuido.com
ENTREVISTA | Dr. Jaime Carbonell, otorrinolaringólogo y cirujano – Hospital Quirónsalud Palmaplanas
«Lo único bueno del ruido es que se puede prevenir»
«Vivimos en un mundo ruidoso, pero lo que lesiona la audición es la exposición excesiva, fuerte y prolongada»
El Dr. Jaime Carbonell lo tiene absolutamente claro, y así lo afirma en conRderuido.com:
«Vivimos en un mundo ruidoso, pero lo que puede acabar lesionando nuestra audición es la exposición excesiva (muy fuerte o muy prolongada) que afecta a las estructuras del oído«.
Y añade: «la exposición al ruido es nociva en muchos aspectos, no solo en la audición«.
En la actualidad, el Dr. Jaime Carbonell desarrolla su actividad asistencial en la Hospital Quirónsalud Palmaplanas, como responsable del área de Otorrinolaringología (consulta, hospitalización y urgencias).
R’ de Ruido. ¿Cuáles son las principales patologías del oído?
Dr. Jaime Carbonell. Las principales patologías del oído pueden ser de cuatro tipos: infecciosas, traumáticas, degenerativas y ‘toxicas’
Principales patologías del oído: infecciosas, traumáticas, degenerativas y ‘tóxicas’
R’. ¿Cómo pueden afectar estas patologías en nuestra vida diaria?
En el oído se concentran dos funciones vitales para nuestro desempeño normal como son la audición y el equilibrio.
En la mayoría de los casos, las enfermedades que afectan al oído son pasajeras y no dejan secuelas permanentes en ninguna de esas funciones.
En el oído se concentran dos funciones vitales para nuestro desempeño normal como son la audición y el equilibrio
R’. ¿Qué debemos hacer para prevenir la aparición de estas patologías?
JC. La prevención es distinta en función del problema. En el caso de las infecciones hay que evitar resfriados, limpiar bien las fosas nasales y en el caso de presentar muchos episodios ir al otorrinolaringólogo para que controle que no dejan secuelas permanentes.
En el caso de los traumas hay que prevenirlos evitando la introducción de objetos en el conducto (bastoncillos) y controlando actividades como el buceo o volar que pueden lesionar el oído por cambios de presión.
En las ‘tóxicas’ el problema se produce por exposición a sustancias (algunos medicamentos) o entornos sonoros (herreros, militares, cazadores) que pueden afectar al oído, la prevención consiste en la evitación.
En las patologías degenerativas normalmente se evita empeorarlas evitando las otras tres.
R’. ¿Qué debemos y qué no debemos hacer en el cuidado de nuestros oídos?
La cera es un mecanismo de protección de la piel, simplemente hay que limpiar la que se ve desde fuera
JC. La higiene del oído debe centrarse en el pabellón auditivo. La cera es un mecanismo de protección de la piel y no es malo tenerla, simplemente hay que limpiar la que se ve desde fuera.
De vez en cuando hay que limpiar los conductos, pero eso es mejor que lo haga un especialista una vez al año. El conducto debe mantenerse seco y ventilado, hay que evitar bloquearlo por periodos prolongados para no irritar la piel, y también hay que evitar la humedad.
R’. ¿Hacemos oídos sordos al ruido y a su perjuicio para la salud?
JC. Vivimos en un mundo ruidoso pero lo que puede acabar lesionando nuestra audición es la exposición excesiva (muy fuerte o muy prolongada) y lesiona las estructuras del oído.
El trauma acústico puede ser temporal o permanente y puede afectar a uno o los dos oídos, pero se puede prevenir
Durante mucho tiempo, se consideró que este tipo de problema era puramente profesional ya que algunos trabajos nos exponen a niveles elevados de ruido (construcción, militares, maquinaria industrial, etc).
Sin embargo, algunas actividades de ocio pueden acabar por provocar los mismos problemas (cazadores, discotecas, conciertos).
El trauma acústico puede ser inmediato o puede ser progresivo. Puede ser temporal o permanente y puede afectar a uno o a los dos oídos, pero lo más importante es que se puede prevenir.
El trauma acústico puede ser temporal o permanente y puede afectar uno o ambos oídos, pero se puede prevenir
R’. ¿Cómo nos afecta el ruido?
JC. La exposición prolongada a un entorno ruidoso puede producir más problemas que los meramente auditivos como por ejemplo estrés, irritabilidad, problemas de concentración o insomnio.
El sonido es una onda, una vibración. En caso de un sonido muy fuerte (explosión, cañonazo, turbinas) dicha vibración puede ser tan fuerte que una única exposición produzca traumas en el tímpano (roturas), lesiones en los huesecillos o lesiones en el oído interno que causarán pérdida de audición inmediata.
Dicha pérdida puede ser temporal (aunque se recupere es frecuente que no lo haga completamente) o permanente.
En el caso de exposición prolongada o reiterada a sonidos fuertes el daño se produce de forma más insidiosa y progresiva, de forma que el paciente puede no darse cuenta del daño que se va acumulando hasta que la pérdida es lo suficientemente grande como para detectarla.
En esos casos, el paciente empieza a notar dificultad para entender, aunque oiga, principalmente en entornos con un cierto nivel de ruido.
La exposición al ruido fuerte también puede causar un acúfeno, un timbre, silbido o zumbido en los oídos o la cabeza
Un punto que hay que recalcar es el del uso de auriculares (muy común en los jóvenes). En estos casos, la onda sonora se introduce directamente en el conducto auditivo desde muy cerca y al ser este cerrado, la onda se concentra toda sobre el tímpano, por lo que es más dañina.
La exposición al ruido fuerte también puede causar un acúfeno, que es un timbre, silbido, zumbido en los oídos o la cabeza. En la mayoría de los casos es mucho más molesto que la propia pérdida de audición.
El acúfeno puede desaparecer con el tiempo, pero a veces puede continuar, de manera constante o intermitente, a lo largo de la vida.
R’ ¿Qué debemos tener en cuenta para protegernos del ruido?
JC. El trauma acústico es totalmente prevenible. Si comprendemos cuáles son los riesgos del ruido y cómo prevenirlos, podemos proteger la audición de por vida:
- A partir de 85 dB el sonido causa lesiones.
No use auriculares habitualmente y si lo hace, hágalo a un volumen moderado
- Use tapones para los oídos u otros dispositivos de protección cuando haga alguna actividad que involucre ruidos fuertes, aunque no lleguen a los 85 dB.
- No use auriculares habitualmente y si lo hace, hágalo a un volumen moderado.
- Si no puede reducir el ruido, protéjase o aléjese de él.
- Proteja los oídos de los niños que sean demasiado jóvenes para protegerse ellos mismos.
- Hágase una prueba auditiva si piensa que podría tener pérdida de audición.
- Una regla práctica es evitar sonidos que sean “demasiado altos” y que estén “demasiado cercanos”, o que duren “demasiado tiempo”.
La exposición al ruido es nociva en muchos aspectos, no solo en la audición
R’. ¿Cómo deberíamos concienciar a la sociedad frente al ruido?
JC. Actualmente, se sabe que la exposición al ruido es nociva en muchos aspectos, no solo en la audición.
Hay que moderar el ruido de nuestro entorno y cuando esto no sea posible hay que tomar las medidas preventivas pertinentes.
R’. ¿Cuál es el limite que no deberíamos traspasar en cuanto al ruido?
JC. Depende del tipo de exposición. A partir de 85 dB el sonido puede lesionar al oído, pero exposiciones prolongadas a niveles menores de ruido pueden acabar por producir problemas similares.
A partir de 85 dB el sonido puede lesionar al oído, pero exposiciones prolongadas a niveles menores de ruido pueden producir problemas similares
R’. Cada vez más hay pacientes con problemas de acúfenos…
JC. Los acúfenos son un mundo aparte, complicado y con múltiples causa y abordajes.
En cuanto a su relación con la exposición al ruido hay que insistir mucho en la prevención.
Los acúfenos son completamente evitables, pero difíciles de tratar cuando ya han aparecido.
R’. Cómo le diría a un niño o niña cuál es su trabajo como 0torrinolaringólogo y por qué deberían visitarle más a menudo? ¿Y a los padres?
JC. En el caso de los niños se da la circunstancia de que no siempre son conscientes de que tienen un problema y no avisan, por ello entre 0 y 6 años los controles periódicos son muy importantes pues permiten diagnosticar y solucionar problemas que no dan síntomas (como moco en el oído) y así evitar que produzcan secuelas permanentes.
R’. ¿Qué piensa de escuchar música a través de auriculares? ¿Y de los conciertos en directo y las discotecas?
JC. Todo depende del nivel del ruido. Lo que ocurre con los auriculares es que, al bloquear el conducto auditivo, la onda sonora no tiene salida y toda se concentra en el tímpano.
En los conciertos o las discotecas es como en la caza o en una herrería. Hay que controlar la exposición
Esto significa mayor lesión con menor volumen (pero siempre dependerá de un volumen alto, a un volumen normal no se produce lesión).
En el caso de los conciertos o las discotecas es como con la caza o en una herrería. Hay que controlar la exposición.
R’. Por último, ¿la vida de la ciudad y su ruido son una amenaza real para nuestro oído y para nuestra salud?
JC. La vida en la ciudad es estresante en muchos aspectos. Los niveles de contaminación sonora son elevados y eso tiene una influencia negativa en nuestra salud en general y, en algunos casos concretos, en nuestro oído en particular.
Lo bueno de esta situación es que los efectos perniciosos del ruido son completamente prevenibles controlando la exposición.