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El radar medusa ‘caza’ a vehículos ruidosos en París
El radar medusa permite, además de la caracterización de los niveles de sonido en tiempo real, determinar con precisión el origen del ruido y proporcionar una prueba de la fuente de la molestia mediante la representación de la dirección. El radar integra una antena acústica compuesta por cuatro micrófonos dispuestos de acuerdo con un tetraedro regular. Permite detectar pequeñas compensaciones de tiempo cuando llega el sonido, que son suficientes para conseguir que la dirección del ruido dominante se reconstruya varias veces por segundo.
El radar de sonido medusa ‘caza’ en París a vehículos ruidosos – Bruitparif – conRderuido.com
- Este sensor, permite, además de la caracterización de los niveles de sonido en tiempo real, determinar con precisión el origen del ruido.
Según el estudio Crédoc para Bruitparif realizado en 2016, el ruido de los vehículos motorizados de dos ruedas representa, para el 35 por cienrto de los parisinos, el más molesto de los producidos por los diferentes modos de transporte.
El 87% de la población de Île-de-France a favor de controles y sanciones para los vehículos de dos ruedas ruidosos
Según el mismo estudio, el 87 por ciento de la población de Île-de-France está a favor de controles y sanciones más estrictos para los vehículos motorizados de dos ruedas excesivamente ruidosos.
El problema de la contaminación acústica generada por los vehículos motorizados de dos ruedas también se incluyó en la hoja de ruta 2016-2019 de la Comisión de Salud y Medio Ambiente de la comisión del Consejo Nacional de Ruido.
Es en este contexto y para responder a esta fuerte demanda social, Bruitparif incluyó en su programa de acción de 2019 la prueba de su innovador radar «medusa» con el fin de identificar vehículos excesivamente ruidosos, incluidos ciertos vehículos motorizados de dos ruedas.
El sensor medusa
Este sensor, desarrollado y patentado por Bruitparif en 2016, permite, además de la caracterización de los niveles de sonido en tiempo real, determinar con precisión el origen del ruido y, por lo tanto, proporcionar una prueba de la fuente de la molestia mediante la representación de la dirección.
El radar integra una antena acústica compuesta por cuatro micrófonos dispuestos de acuerdo con un tetraedro regular
El radar integra una antena acústica compuesta por cuatro micrófonos dispuestos de acuerdo con un tetraedro regular.
Esta multiplicidad de micrófonos permite detectar pequeñas compensaciones de tiempo cuando llega el sonido, que son suficientes para conseguir que la dirección del ruido dominante se reconstruya varias veces por segundo.
Entonces es posible asignar un nivel de ruido a una dirección particular en el espacio, lo que permite responder una pregunta esencial: ¿de dónde proviene principalmente el ruido durante ese intervalo de tiempo?
Al proyectar estos «niveles localizados» en una visualización del entorno de 360 °, es posible «ver el ruido».
Dentro de las visualizaciones producidas, los niveles de sonido que provienen de cada dirección se representan en forma de hexágonos o puntos, coloreados de acuerdo con la intensidad de los niveles de sonido medidos.
Aplicaciones prácticas del radar de sonido medusa
Este sensor ofrece múltiples perspectivas de aplicación. Ya se ha utilizado con éxito durante varios meses en dos contextos operativos:
- Asistencia para la gestión de la tranquilidad pública en los bulliciosos distritos de la capital (37 sensores operativos hasta la fecha)
- Medición e información sobre el ruido generado por los sitios de construcción del Grand Paris Express (17 sensores operativos hasta la fecha).
- Las primeras pruebas a pequeña escala también demostraron el potencial del sensor para localizar y analizar con precisión los niveles de ruido generados por fuentes móviles (aire, carretera o ferrocarril) o fuentes estacionarias (actividades industriales o comerciales, sistemas de ventilación / aire acondicionado), allanando así el camino para otros contextos de uso operativo. Entre estos, la localización de vehículos excesivamente ruidosos.
Dispositivo experimental: detección de niveles de ruido generado por vehículos
Bruitparif acaba de lanzar la experimentación de su sensor medusa para determinar los niveles de ruido generados por los vehículos.
- El primer paso es construir una base de datos científica de los niveles de ruido generados por diferentes tipos de vehículos en diferentes situaciones de tráfico, a fin de objetivar las molestias y mejorar el conocimiento de los niveles reales.
- Esta base de datos se puede utilizar en particular para refinar o validar los datos de entrada de los modelos utilizados para producir mapas de ruido de la carretera, como lo exige la Directiva Europea 2002/49/CE, que debe revisarse cada 5 años.
La idea es proporcionar información a los conductores, como el radar preventivo de velocidad, pero aquí por ruido
- Tendrá que tener especialmente en cuenta el ruido de los vehículos de dos ruedas motorizados.
- Es fundamental mejorar la conciencia de los conductores sobre la contaminación acústica que generan a través de acciones informativas, formativas y educativas.
- La idea es proporcionar una información simple y operativa a los conductores, parecido al radar preventivo de velocidad, pero aquí por ruido.
- Finalmente, por medio de un acoplamiento que se realizará con un dispositivo lector de matrículas automáticas (LAPI), este sensor da lugar a un radar acústico para identificar y sancionar los vehículos de motor que son excesivamente ruidosos debido al exceso de velocidad, aceleraciones (realizado con frecuencia en ciclomotores de 50 cm3 para aumentar el rendimiento) y uso de silenciadores de escape no aprobados o modificados para motocicletas.
- Los eurodiputados allanaron recientemente el camino para el desarrollo y las pruebas de dichos dispositivos automatizados de control de ruido, como parte de la Ley de Orientación de la Movilidad de próxima promulgación.
Bruitparif seleccionó varias zonas en Ile-de-France para probar el sensor medusa en diferentes contextos de tráfico y tipología de carreteras. Esta previsto desplegar cinco sensores medusa más en 2019: dos en el valle de Chevreuse, dos en París y uno en Villeneuve-le-Roi.