Conecta con nosotros

Noticias

El ruido despierta… emociones

Qué emociones despierta el ruido? Las personas, queramos o no, estamos hechas de emociones. Todas las situaciones que vivimos y que nos suceden provocan una emoción (o varias) en nosotros. Y afortunadamente, debido a nuestras diferencias individuales, a nuestra forma de ser o a nuestras experiencias vividas anteriormente, cada persona siente emociones diferentes ante un mismo estímulo.

Elena Rubio, la psicóloga en tus zapatos

¿Qué emociones despierta el ruido? Las personas, queramos o no, estamos hechas de emociones. Todas las situaciones que vivimos y que nos suceden provocan una emoción (o varias) en nosotros.

Y afortunadamente, debido a nuestras diferencias individuales, a nuestra forma de ser o a nuestras experiencias vividas anteriormente, cada persona siente emociones diferentes ante un mismo estímulo.

¿Qué emociones despierta el ruido? Las personas, queramos o no, estamos hechas de emociones

Pongamos un ejemplo. El rugir del motor de los coches en una carrera de Fórmula 1. Aquellos apasionados del motor que acuden a esas competiciones, es más que probable que adoren ese sonido.

Se les pone la carne de gallina, sienten la adrenalina a tope y el corazón les late a cien por hora de alegría, de felicidad, de nervios, de ilusión, de asombro (si fuera la primera vez), de euforia, de entusiasmo, de placer, de satisfacción… por ver esa gran carrera.

Ruido, coches, F1, motores, emociones, conRderuido.com, Elena Rubio, psicólogía

Ese rugir del motor de los coches en una carrera de Fórmula 1 para aquellas personas a las que no les gusta este tipo de competiciones, y vivan próximos a estos circuitos (*mi desconocimiento en este tipo de carreras me hace dudar sobre si hay viviendas próximas a estas instalaciones, pero os pido un poco de imaginación y pensad en esta hipotética situación) y que, además, trabajan en turno de noche y escuchan el estruendo producido por estos vehículos.

Irairritaciónagotamientotensión¿miedo?hostilidaddesamparodesaliento¿odio?

Afortunadamente esto es sólo un fin de semana al año (aunque imagino que el circuito se utilizará para otras prácticas similares el resto del año).

Pero pensad qué puede sentir esa persona que trata de dormir y sólo escucha estos sonidos, sumado al bullicio de miles de personas: ira, irritación, agotamiento, tensión, ¿miedo?, hostilidad, desamparo, desaliento, ¿odio?

Cuánta emoción ‘enfrentada’ puede ocasionar una misma situación. Según tus circunstancias concretas incluso la misma persona, ante la misma situación de ruido, podría sentir diferentes emociones (no es lo mismo escuchar un concierto de tu grupo favorito a 100dB que escuchar esa misma música con esos dB cuando estás en la cama tratando de dormir o de estudiar).


enea_banner_grande (sin marco)


Nunca llueve a gusto de todos

Esto nos lleva a una reflexión que siempre está en boca de todos, pero que a veces, como sociedad, no somos capaces de gestionar: NUNCA LLUEVE A GUSTO DE TODOS.

Y ya ha vuelto a salir… este ponerse en el lugar del otro, en sus zapatos’ no es otra cosa que la EMPATÍA

Es imposible que todas las personas estemos a gusto ante una misma situación, pero si somos capaces de tratar de ponernos en el lugar del otro, ‘en sus zapatos’, tal vez consigamos que la convivencia sea más llevadera, razonable y saludable.

Y ya ha vuelto a salir… este ponerse en el lugar del otro, en sus zapatos’ no es otra cosa que la EMPATÍA:

  • Si vivo cerca de un circuito de Fórmula 1, puedo tratar de pensar que es una vez al año, y que hay miles de personas que disfrutan de esto.
  • Si voy a un espectáculo de Fórmula 1, puedo pensar que bastante tiene ya la persona que vive cerca con aguantar los ruidos de los motores, como para además en las horas previas y posteriores, tener que aguantar mis gritos, los cláxones de nuestros coches mostrando la alegría de que ya estamos allí.
  • Si soy el organizador de Fórmula 1, puedo y debo pensar en tratar de hacerlo en un lugar lo más aislado posible y poner todos los medios para que el ruido “salga” lo menos posible y moleste al exterior.
  • Por último, si soy el político de turno que tengo velar por todos los ciudadanos, deberé abogar por que se legisle de la manera más justa para todos y se creen leyes que protejan a las personas de posibles situaciones de riesgo (como pueda ser la exposición a ruido excesiva).

Haremos una sociedad mejor cuando tengamos en cuenta las emociones del de al lado, buscando el equilibrio con las nuestras

En los pies del otro

Como vemos, esto no es fácil, hay varios actores en esta obra, y cada uno debe intentar ponerse en los pies del otro para favorecer la convivencia y que todos estén relativamente satisfechos.

Haremos de la nuestra una sociedad mejor cuando tengamos en cuenta las emociones del de al lado, buscando el equilibrio con las nuestras, a las que no debemos desoír tampoco.

*Nota de Redacción: No sólo hay viviendas cercanas a los circuitos en muchos casos, sino que además hay circuitos urbanos como en el que se disputa el Gran Premio de F1 de Mónaco (Montecarlo)


Publicidad - Jupsin (grande)_Fotor

También puedes leer los artículos de la psicóloga Elena Rubio en jupsin.com

Psicóloga Sanitaria y Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, especializada en factores psicosociales. Más de 15 años de experiencia en formación. Actualmente ayudo desde el ámbito clínico, en consulta, a las personas que desean mejorar su situación o aliviar su dolor. Especialista en talleres y cursos de formación en empresas e instituciones diversas. Mi vocación es la ayuda.

Deja tu comentario

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

publicidad

El ruido durante el embarazo, ¿afecta al bebé?

Noticias

El otorrinolaringólogo que ‘silencia’ los acúfenos

Noticias

Ruido, riesgo para la salud y la convivencia

Noticias

¿Existe relación entre el ruido y las migrañas?

R de Ruido

Connect
Newsletter Signup

Recibe nuestro NEWSLETTER con nuevos contenidos

Al enviar mi alta acepto las Políticas de Privacidad