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Ruido, ese ‘invento del demonio’

Cuando se habla de contaminación, la acústica, es decir, la que es resultado del ruido o sonidos molestos, no ocupa los primeros lugares en las denuncias sociales. En parte, porque el ruido ha tenido incluso, en otros tiempos, una valoración positiva, como algo consustancial a las sociedades modernas y dinámicas. Hoy, esta concepción está ya superada, y la expresión contaminación acústica no sólo tiene plena vigencia, sino que ha dado lugar a estudios para su conocimiento y a políticas y legislación para combatirla.

Ruido, ese ‘invento del demonio’ – La contaminación acústica en nuestras ciudades – Fundación La Caixa – conRderuido.com

  • Extracto del estudio ‘La contaminación acústica en nuestras ciudades’, realizado por Benjamín García Sanz y Francisco Javier Garrido y publicado en 2003 por Fundación La Caixa.

  • La evidente existencia de diversos niveles de contaminación acústica, exige tanto de elementos técnicos para valorarla como de estudios para su conocimiento.

  • Los autores nos introducen a estos elementos técnicos y nos informan sobre los estudios sobre el ruido en nuestras ciudades, concretados en los llamados mapas del ruido.

Cuando se habla de contaminación, la acústica, es decir, la que es resultado del ruido o sonidos molestos, no ocupa los primeros lugares en las denuncias sociales.

En parte, porque el ruido ha tenido incluso, en otros tiempos, una valoración positiva, como algo consustancial a las sociedades modernas y dinámicas.

El ruido ha tenido incluso, en otros tiempos, una valoración positiva, como algo consustancial a las sociedades modernas y dinámicas por sus culpas

Hoy, esta concepción está ya superada, y la expresión contaminación acústica no sólo tiene plena vigencia, sino que ha dado lugar a estudios para su conocimiento y a políticas y legislación para combatirla.

Sin embargo, la mayor parte de los estudios hasta ahora realizados están centrados básicamente en las dimensiones técnicas del complejo problema del ruido.

Este libro pretende, en cambio, una visión global de la problemática del ruido que sea útil a los ciudadanos y a los políticos. En esta línea, se aborda primero cuáles son las principales fuentes del ruido, y los autores nos indican que hoy día lo son el transporte y el ocio.

El emperador Julio Cesar prohibió la circulación de carruajes en Roma a determinadas horas del día para anular las molestias que causaba el ruido que producía su tránsito por las calzadas empedradas.

Ruido, problema urbano

Por otra parte, se señala que el ruido es un problema fundamentalmente urbano.

La gravedad de este déficit legislativo viene incrementada por la débil exigencia de su cumplimiento

La creciente consideración del ruido como un factor negativo para la calidad de vida, ha dado lugar a la aparición de diversa legislación dirigida a reducirlo, la cual es por el momento parcial, escasa y necesitada de actualización.

La gravedad de este déficit legislativo viene incrementada por la débil exigencia de su cumplimiento.

Por último, la evidente existencia de diversos niveles de contaminación acústica, exige tanto de elementos técnicos para valorarla como de estudios para su conocimiento.

Los autores nos introducen a estos elementos técnicos y nos informan sobre los estudios sobre el ruido en nuestras ciudades, concretados en los llamados mapas del ruido.

El ruido, invento del demonio

En la ciudad griega de Síbaris, en el siglo VI antes de Cristo, estaba prohibido cuidar gallos que perturbaran el descanso nocturno de los ciudadanos

En la ciudad griega de Síbaris, en el siglo VI antes de Cristo, estaba prohibido cuidar gallos que perturbaran el descanso nocturno de los ciudadanos, y también los artesanos que ejercían oficios especialmente ruidosos debían trabajar fuera de la ciudad.

En una época posterior, el emperador Julio Cesar prohibió la circulación de carruajes en Roma a determinadas horas del día para anular las molestias que causaba el ruido que producía su tránsito por las calzadas empedradas.

Lucio Anneo Séneca (Córdoba, Roma, 65 dC), recoge el sentir de la ciudad de Roma, oponiendo la tranquilidad con la que algunos pueden «entregarse al sueño y a la dulce vagancia, que no viene a interrumpirte la más leve voz humana», mientras que «a mí gozar de sueño no dejan las risotadas de la turba transeúnte, y toda Roma se halla próxima a mi cabecera» (Libro 12, epigrama 57).


Viñeta concienciación contra el ruido de Idígoras y Pachi, exclusiva en conRderuido.com


En un escenario simbólico, Dante relata que el ruido era un invento del demonio y algunos condenados al infierno eran torturados con un ruido sin fin como castigo por sus culpas

En un escenario más simbólico, Dante relata que el ruido era un invento del demonio y que algunos condenados al infierno eran sometidos a la tortura de un ruido sin fin como castigo de sus culpas.

En fin, podríamos extraer otros muchos ejemplos de la historia y de la literatura de todos los tiempos, pero sirvan los citados para poner de manifiesto que el ruido ha constituido un problema de preocupación social y política en todas las sociedades a lo largo de la historia y, paralelamente, que tampoco es nueva la práctica de medidas contra este tipo de contaminación.

Aumento del ruido de forma exponencial

Sin embargo, constatar que el problema del ruido generado por las actividades humanas es algo que viene de muy antiguo, no anula el hecho de que, en términos generales, la convivencia en las sociedades preindustriales se desarrollaba en un medio sonoro que podríamos considerar casi natural y carente de efectos negativos sobre la salud y sobre el medio ambiente, de modo que la preocupación por este fenómeno era un asunto más bien marginal.

Los sonidos desagradables eran, en efecto, menos intensos y menos frecuentes, estaban más concentrados temporal y espacialmente, y afectaban a menos individuos, como corresponde a los tipos de actividades y máquinas que caracterizan a las sociedades preindustriales.

Los procesos de industrialización modernos, unidos a los de urbanización, han incrementado de forma tan extraordinaria la contaminación acústica

Ha sido a lo largo de los dos últimos siglos y, de manera espectacular, en los últimos decenios, cuando el ruido ha aumentado de forma exponencial, extendiéndose tanto en el tiempo (prácticamente a todas las horas), como en el espacio (casi en todos los lugares habitados).

La sociedad actual se desarrolla en un medio ambiente cuantitativa y cualitativamente diferente al de las sociedades preindustriales, que nada, o muy poco, tienen que ver con épocas pasadas.

Los procesos de industrialización modernos, unidos a los de urbanización, han incrementado de forma tan extraordinaria la contaminación acústica que, además de provocar una preocupación social y política, están cuestionando ciertas variables en las que se asienta el desarrollo.

Los sonidos desagradables eran menos intensos y menos frecuentes, estaban más concentrados temporal y espacialmente, y afectaban a menos individuos, como corresponde a los tipos de actividades y máquinas que caracterizan a las sociedades preindustriales.

Problemas medioambientales

Pero no es sólo el ruido sino el medio ambiente en su conjunto el que ha sufrido desde la revolución industrial, y particularmente a lo largo del siglo XX, un proceso de degradación que ha roto el equilibrio naturaleza-sociedad característico de otras épocas históricas.

Hasta fechas recientes el ruido ha sido una preocupación secundario respecto a otros tipos de contaminación

La vida de la inmensa mayoría de la población ha pasado a desenvolverse en un medio ambiente fundamentalmente construido por el hombre y se halla expuesta a problemas medioambientales diversos, que se asocian con las condiciones y efectos del desarrollo económico industrial, el crecimiento explosivo de la población, la concentración urbana, la expansión masiva de los medios de transporte, etc.

Ahora bien, en el marco de los numerosos y diversos problemas medioambientales que han despertado el interés social y político, hasta fechas muy recientes el ruido ha ocupado un lugar de preocupación secundario respecto a otros tipos de contaminación.

Esto podría deberse al hecho de que para mucha gente que vive en las ciudades (tanto de los países desarrollados como de los que se encuentran en vías de desarrollo), el ruido constituye un elemento característico de la vida cotidiana, un rasgo inherente al propio desarrollo de las sociedades modernas, que escapa a las posibilidades de su control individual e incluso político.

El ruido, desagradable e inevitable

La población en general ha tendido a asumir el ruido como una consecuencia desagradable, pero inevitable, del progreso, algo con lo cual hay que aprender a convivir, pues se halla ligado a funciones y actividades habituales e indispensables al modo de vida actual.

El ruido es percibido como uno de los factores más negativos de la calidad de vida, especialmente en las ciudades

Sin embargo, en las últimas décadas, para un sector cada vez más importante y creciente de la población, el ruido es percibido como uno de los factores más negativos de la calidad de vida, especialmente en las ciudades.

Una percepción que se enmarca en la concepción del medio ambiente dominada por la noción de contaminación, en la cual el ruido pasa a ser considerado como una forma más de contaminación.

Desde esta perspectiva, el ruido, como subproducto de la actividad y la interacción humana, es sentido por la mayoría de la población como un tipo de contaminación ambiental, que debe ser reducida.

Para ello, dado que el ruido tiene como característica propia la proximidad a la fuente productora del mismo –a diferencia de otras formas de contaminación, como la atmosférica, que pueden no sentirse de for- ma directa y afectar a lugares muy alejados de la fuente contaminante–, cabría pensar que la reducción de sus efectos se podría conseguir, teórica- mente, a través del alejamiento o aislamiento de los individuos de las fuentes emisoras.

En la práctica, por el contrario, las fuentes del ruido son tan diversas y omnipresentes, están tan asociadas a nuestras actividades económicas y sociales cotidianas, que la contaminación por ruido se ha constituido en un rasgo peculiar y universal de la sociedad moderna.

Los niveles de contaminación acústica pueden ser reducidos de una forma significativa adoptando los mecanismos necesarios y adecuados a las condiciones sociales de cada población.

Preocupación social creciente por el ruido

El problema del ruido incluye aspectos que afectan a campos diversos, como la física, la medicina, la psicología, la sociología o el urbanismo

Esta forma de contaminación generalizada, y principalmente urbana, que afecta tanto a la salud como a la calidad de vida de los ciudadanos, ha provocado una preocupación creciente en la sociedad por las molestias y efectos que origina sobre la salud, sobre el comportamiento y sobre las actividades de los individuos, así como por las consecuencias psicológicas y sociales que acarrea.

Por ello, a pesar de su aparente simplicidad, el problema del ruido incluye diferentes aspectos que afectan a campos muy diversos, como la física, la medicina, la psicología, la sociología o el urbanismo y, en consecuencia, la lucha contra la contaminación acústica ha de enfrentarse tanto a cuestiones de tipo técnico relacionadas con las ciencias naturales como a aquellas otras de carácter socioeconómico y político.

Por otro lado, si bien partimos de la constatación de que el ruido se halla presente en todas las sociedades modernas, no es menos cierto que los niveles de contaminación acústica pueden ser reducidos de una forma significativa adoptando los mecanismos necesarios y adecuados a las condiciones sociales de cada población.



Reducción de la contaminación acústica

Obviamente, no vamos a renunciar al desarrollo y a la modernización, pero es posible, y así nos lo vamos a plantear, hacer compatibles estos procesos con sociedades cada vez menos ruidosas. La lucha contra la contaminación acústica se ha de considerar, pues, como un reto necesario y prioritario.

La reducción de la contaminación acústica ha de ser tenida en cuenta en toda planificación que afecte a la salud y a la calidad de vida

Si no se establecen medidas correctoras, en el futuro el ruido será mayor y más molesto que ahora, principalmente por dos razones, la primera, porque crece el número y expansión de las fuentes de ruido y, la segunda, porque aumenta la sensibilidad hacia él.

En consecuencia, la reducción de la contaminación acústica ha de ser tenida en cuenta en toda planificación que afecte a la salud y a la calidad de vida; en definitiva, es uno de los objetivos a conseguir simultáneamente con el desarrollo económico y social.

Así pues, la contaminación acústica constituye un problema peculiar de nuestra sociedad, con múltiples efectos y dimensiones de análisis, que acarrea una preocupación social y política crecientes, y que demanda respuestas diversas de solución.

Con R de Ruido es un espacio digital para prevenir y buscar soluciones al ruido. Desde los aspectos jurídicos, hasta los relativos a la salud, pasando por la investigación, este exclusivo portal ofrece información profesional que permite a los ciudadanos acortar los tiempos de conocimiento de la problemática sobre el Ruido y tomar las decisiones más efectivas. Con R de Ruido es un punto de encuentro de personas, instituciones, administraciones y empresas, que proponen una nueva forma de afrontar los problemas de la sociedad actual.

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