Alta Fidelidad
Cibercivilización, idiomas y #nogozone
Desde los últimos post mi reflexión se centra en los movimientos sociales que se están dando en la actualidad y en la forma como determinado tipo de ideas extremas están teniendo eco cada vez más en la sociedad. Del mismo modo que apelar desde distintos ámbitos por la defensa de derechos universales cada vez tiene un mayor calado en la sociedad.
Cibercivilacion, idiomas y #nogozone – Por Laura Quiun
- “Todos y todas somos libres e iguales, tenemos derecho a la vida, la libertad y la seguridad…
- … todos y todas tenemos derechos de protección contra la discriminación…
- … así como a la honra y reputación, la libertad de pensamiento, conciencia y religión…
- … al libre desarrollo de nuestra personalidad y orden social que garantice los derechos contemplados en esta declaración.”
Desde los últimos post mi reflexión se centra en los movimientos sociales que se están dando en la actualidad y en la forma como determinado tipo de ideas extremas están teniendo eco cada vez más en la sociedad. Del mismo modo que apelar desde distintos ámbitos por la defensa de derechos universales cada vez tiene un mayor calado en la sociedad.
También hoy ideas de tipo más vertical están cogiendo fuerza, cohabitando el mismo espacio al tiempo que exacerbando sentimientos de odio y discriminación, los cuales fácilmente pueden desbocarse generando espacios a los cuales como sociedad aprendimos que eran irretornables.
Hace 70 años, se hizo una Declaración de Derechos Humanos al darnos cuenta como sociedad de que determinado tipo de ideas podían conducir a nuestra propia destrucción
Derechos Humanos
Hace 70 años, se hizo una Declaración de Derechos Humanos producto de habernos dado cuenta como sociedad de que determinado tipo de ideas podían conducir a nuestra propia destrucción como seres humanos.
Esta declaración, incluye un artículo que es un deber en sí mismo, “Nada de esta carta podrá usarse para suprimir cualquiera de los derechos”.
Y nos recuerda el porqué de su fundamentación, al mismo tiempo que nuestros límites como humanidad, al lado de nuestros derechos: “Todos y todas somos libres e iguales, tenemos derecho a la vida, la libertad y la seguridad, todos y todas tenemos derechos de protección contra la discriminación, así como a la honra y reputación, la libertad de pensamiento, conciencia y religión, al libre desarrollo de nuestra personalidad y orden social que garantice los derechos contemplados en esta declaración.”
Esta declaración es producto de ser testigos como humanidad a donde podía llegar el ser ciegos, sordos y mudos frente a ellos.
Violencia de género
Posiblemente, la violencia de género en apariencia no tenga nada que ver con todos estos derechos, ni sea exclusiva del entorno doméstico, e incluso carezca de género dado que puede aparecer tanto en parejas heterosexuales como homosexuales.
Pero cuestionarla contribuye a poner en tela de juicio distintos tipos de relaciones verticales que conllevan un componente de violencia, que su misma interacción reproducen y trasmiten estereotipos, que desde una lógica totalitaria tratan de eliminar aquello que perciben como diferente.
Si hacemos una revisión de los distintos Derechos Humanos, muchas relaciones de las que hablamos en la actualidad, constituyen en cierto modo la vulneración de los mismos
Por eso, es importante que del mismo modo que somos conscientes de que la violencia en las relaciones incluye un amplio espectro y la importancia de integrar la perspectiva de género en el lenguaje para dar visibilidad tanto a hombres como a mujeres, resultaría clave poder dar visibilidad a todas y cada una de ellas.
Si hacemos una revisión de los distintos Derechos Humanos, muchas relaciones de las que hablamos en la actualidad, constituyen en cierto modo la vulneración de los mismos.
El hablar de Derechos Humanos en cierto modo conlleva apelar a una cultura de la paz, al equilibrio, al diálogo, teniendo conciencia que poder hablar en estos términos es producto precisamente de venir de situaciones totalitarias y verticales.
#nogozone
Es importante tenerlo en mente y saber que a pesar de haberse realizado esta declaración, a día de hoy, 70 años después, continua siendo un reto el poder hablar de Derechos Humanos.
Es importante ser conscientes de que, a pesar de nuestros espacios, podemos estar cohabitando con espacios con ideas verticales, muchas veces carentes de argumentos y fundamento, que únicamente apelan al miedo a lo diferente.
… a día de hoy, 70 años después, continua siendo un reto el poder hablar de Derechos Humanos
Espacios donde el descrédito hacia el otro y la otra cobra espacio frente a una exposición clara basada en argumentos. Es a eso a lo que realmente tenemos que tener miedo, a aquellos espacios donde se anime a repetir sin reflexionar.
Donde los epítetos sean más importantes que cuestiones fácticas, y traer abajo al otro y a la otra como forma de ganar, es cuando realmente tenemos que desconfiar.
Serán espacios en los que se negará la diferencia, se evitará la reflexión, constituyendo lugares que darán una aparente seguridad basada en mantener las cosas como siempre han sido, sin darse cuenta muchas veces que para llegar a estos lugares otros y otras tuvieron que apelar por sus derechos.
Es un momento complicado, desde donde lo miremos. Un momento en el que podemos decidir ver, oír y hablar, o hacer oídos sordos, callar y mirar de lado.
Cada uno y cada una desde su lugar, algunos y algunas posiblemente descongelando, otros y otras planteando alternativas, otros y otras definiendo caminos… teniendo claro a dónde nos pueden llevar determinadas ideas, recordando que esos espacios finalmente son eso, espacios que hay que dejar atrás.
Para quienes hemos crecido y visto crecer esta cibercivilización, que integramos otros idiomas, podemos decir que se trata de una: #NoGoZone.