Alta Fidelidad
El ruido que desordena la cabeza
Ahora se sabe que el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad ha existido siempre, pero que no se diagnosticaba y se hacían todo tipo de elucubraciones sobre lo que le pasaba al niño: que no tenía capacidades, que era nervioso, que era malo…
Dicen los mayores que antes se comía de todo durante los embarazos y que no pasaba nada. Dicen los mayores que antes se dejaba llorar a los niños y que no pasaba nada, porque así hacían menos pis. Dicen los mayores, y los no tanto, que antes los niños no tenían TDAH y que es una tendencia que han puesto de moda los psicólogos.
Ahora se conoce que hay determinados alimentos que sí pueden afectar al desarrollo de los bebés en los embarazos. Antes no se sabía, pero lo cierto es que ocurrían cosas, claro que ocurrían, lo que pasa es que no se conocía el origen y se hacía referencia a la voluntad de Dios… pobre.
Ahora se sabe que nada tiene que ver que los niños lloren más o menos para que hagan más o menos pis. Se sabe que dejarlos llorar, que es su única forma de llamarnos, sin atender sus necesidades sólo les provoca inseguridades y miedos.
Ahora se sabe que el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad ha existido siempre, pero que no se diagnosticaba y se hacían todo tipo de elucubraciones sobre lo que le pasaba al niño: que no tenía capacidades, que era nervioso, que era malo…
El ruido genera interferencias constantes para poder llevar una vida normal
La ciencia, la evidencia y el incrédulo
Gracias a la investigación y a profesionales preocupados por la salud física y mental de los hombres, muchas de estas creencias se han disipado, aunque no nos engañemos aún hay mucho incrédulo que se resiste a la evidencia.
Hace poco leí un reportaje en el que una mujer hablaba de los problemas que había tenido toda la vida hasta que recientemente le habían diagnosticado TDAH, lo que ella definía como ruido continuo en su cabeza que no le dejaba pensar.
Cuando supo qué es lo que le pasaba pudo hacer las paces consigo misma y abandonó la idea de que era un auténtico desastre sin capacidad para organizar su vida.
Me generó curiosidad pensar como una mujer adulta había podido estar tanto tiempo sin saber qué le pasada y cómo se había llegado a su diagnóstico, así que hablé con una psicóloga que me pudiera contar en qué consiste este trastorno.
Efectivamente lo primero que me dijo es que la personas que sufren TDAH sienten ruido porque perciben muchos estímulos irrelevantes, tanto visuales como auditivos, y no pueden centrarse en el estímulo importante.
Por ese motivo, pueden fijarse en cómo va vestida su compañera de piso pero no en coger las llaves de casa o en cerrar la puerta. El ruido genera interferencias constantes para poder llevar una vida normal.
Se generan rituales de comprobación que terminan derivando en trastornos obsesivo compulsivos
Respecto al origen del TDAH me comentó que existen varios desencadenantes. Por supuesto hay un factor clave que es la carga genética.
Otro aspecto relevante, al que los estudios cada vez dan mayor relevancia, es que existen evidencias de un origen neurobiológico por inmadurez del neurodesarrollo del paciente.
Por último, destacó la presencia de un factor sociológico educativo ocasionado porque, en ocasiones, los niños están expuestos a muchos estímulos simultáneos.
Trastorno obsesivo compulsivo
La persona que padece TDAH es consciente de que algo no va bien, y esto le lleva a autocriticarse constantemente y querer controlar en la medida de lo posible su día a día. Así, pueden llegar a generar rituales de comprobación que, en el peor de los casos, terminan derivando en trastornos obsesivo compulsivos (TOC).
…que las personas que se sienten distintas o que tienen un problema que nadie sabe definir encuentren respuestas y soluciones para tener una vida cada vez más sana y más feliz
Me contaba mi amiga psicóloga que el tratamiento no es sólo farmacológico (que dirán algunos mayores que ahora la forma de educar a los niños es medicándolos…).
Se necesita psicoeducación para la familia, para compensar la necesidad de autonomía con la ayuda que hay que proporcionar al paciente de TDH en sus funciones ejecutivas (planificación, toma de decisiones, orden del tiempo…)
Y, además, se necesita tratamiento psicológico en función de las deficiencias y la regulación emocional del paciente.
Ojalá la investigación siga avanzando para que encontremos todos los interrogantes que aún no tienen respuesta y que las personas que se sienten distintas o que tienen un problema que nadie sabe definir encuentren respuestas y soluciones para tener una vida cada vez más sana y más feliz.