Decálogo de signos de sospecha de la hipoacusia unilateral – Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y cuello
- La hipoacusia unilateral se puede definir como aquellos casos en los que un oído oye bien y el otro no.
- Entre el 3% y el 6% de los niños sordos de un oído están sin diagnosticar, lo que podría dificultar su desarrollo y aprendizaje
Hipoacusia unilateral
Con motivo del Día del Cuidado del Oído y la Audición, que se celebra el 3 de marzo, la Comisión de Audiología de la SEORL-CCC ha elaborado un Decálogo de signos de sospecha de la hipoacusia unilateral para concienciar sobre la importancia de tener los dos oídos sanos y de iniciar un tratamiento precoz.
Entre el 3% y el 6% de los niños sordos de un oído están sin diagnosticar, lo que podría dificultar su desarrollo y aprendizaje
La hipoacusia unilateral se puede definir como aquellos casos en los que un oído oye bien y el otro no. Sin embargo, se distingue entre:
- Hipoacusia asimétrica unilateral, cuando un oído oye bien y el otro tiene una pérdida entre 25-70 decibelios
- Hipoacusia neurosensorial severo-profunda unilateral, o asimetría extrema, que es cuando un oído oye muy bien o mejor de 25 decibelios y el otro tiene una sordera severo profunda peor de 70 decibelios.
Entre el 3% y el 6% de los niños sordos de un oído están sin diagnosticar, lo que podría dificultar su desarrollo y aprendizaje. Por ello, es importante diagnosticarlo a tiempo. A continuación se muestran los signos de sospecha:
- Dirige el oído sano hacia la fuente sonora: el niño dirige siempre el mismo oído hacia la fuente sonora: televisión, juguetes con música, voces, teléfono y otras.
- No localiza la fuente de sonido: no sabe determinar la dirección de donde viene el sonido, la distancia o movimiento de los sonidos, lo que le hace orientar continuamente la cabeza hacia el sonido, con el fin de minimizar el hándicap auditivo y evitar el aislamiento social.
- No localiza las voces en ambientes ruidosos: en la calle no es capaz de localizar una voz de llamada, no sabe si le llaman desde la derecha o la izquierda, por lo que mira hacia los dos lados y se muestra con dudas e inseguro.
En la calle, no es capaz de localizar una voz de llamada, no sabe si le llaman desde la derecha o la izquierda, mira hacia los dos lados con dudas e inseguridad
- No localiza otras fuentes de sonido en la calle:no localiza fuentes de sonido como las ambulancias o los coches, tiene que visualizarlos antes para disponerse a cruzar, no sabe desde donde le vienen las voces de otros niños. Esto le dificulta la orientación en el recreo y en ambientes de juego.
- Precisa complementar la información auditiva con lectura labial:en la calle necesita el apoyo de leer los labios de quien le está hablando para entender y comprender lo que le dicen.
Más esfuerzo, más fatiga
- Presenta dificultad para entender conversaciones en grupo: en un ambiente silencioso, si se le habla cerca y hay un único interlocutor, suele entender las conversaciones. Sin embargo, en ambientes de ruido y en conversaciones en grupo suele tener más problemas.
- Tiene complicaciones para contestar si se le habla por la espalda: tampoco oirá bien si se le habla de lejos. Por ello, puede presentar dificultades de escucha en el colegio, sobre todo si hay mucho ruido y los niños hablan a la vez o por la espalda y si no está sentado en las primeras filas, o el profesor se mueve al hablar.
Estos niños se esfuerzan mucho durante el día por lo que al final acaban más fatigados y más despistados
- Necesita prestar más atención en el colegio: tiene que prestar más atención, hacer mayores esfuerzos, lo que hace que muchas veces abandone la tarea y desconecte del resto.
- Está más cansado: estos niños se esfuerzan mucho durante el día por lo que al final acaban más fatigados y más despistados.
- Tiene déficit de autoestima: todas estas circunstancias pueden complicar sus relaciones afectivas, familiares y sociales, así como su calidad de vida, lo que repercute en su autoestima e incluso aislamiento.