¿Por qué el ruido produce hipoacusia o pérdida de audición? – Dra. Andreina Betancourt Martínez – Médico especialista en Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial del Centro Médico Quirónsalud Alicante.
El ruido, causa de hipoacusia
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 5% de la población mundial (360 millones de personas) presenta una discapacidad auditiva.
La exposición al ruido excesivo es una de las principales causas (1). Esta discapacidad auditiva puede presentarse como pérdida de audición o hipoacusia, acúfenos (percepción de ruidos no existentes en uno o los dos oídos) y dificultad en entender las palabras escuchadas.
Si el aparato auditivo se expone a ruidos excesivos sufre una agresión que puede producir un daño permanente
El oído humano está capacitado para detectar sonidos en unos rangos de intensidades y frecuencias acorde con el ambiente sonoro existente en la naturaleza.
Si el aparato auditivo se expone a ruidos excesivos, para los que no ha sido creado, sufre una agresión, que si es severa puede conllevar a un daño permanente (2).
Existen dos factores fundamentales responsables de la lesión del oído interno causado por el ruido:
- La intensidad (medida en decibelios)
- El tiempo de exposición (2).
Mientras más intenso sea el estímulo sonoro y durante más tiempo se expongan las personas, más perjudicial será el daño producido al oído
Así, mientras más intenso sea el estímulo sonoro y durante más tiempo se expongan las personas, más perjudicial será el daño producido al oído.
Según diferentes autores (1,2,3,4) sólo los ruidos con una intensidad superior a 80 decibelios (dB) ocasionan deterioro auditivo objetivable con las pruebas audiológicas de que disponemos actualmente.
Sin embargo, existen estudios en los que se ha demostrado que intensidades menores, en torno a los 70 dB, pueden provocar una “perdida de audición oculta” que se manifiesta como dificultad en la comprensión de las palabras, sobre todo en ambientes ruidosos y que se acompañan de audiometrías normales. (5).
Intensidad del sonido y daño auditivo
¿Qué sonidos son tan intensos para producir daño auditivo? Para ejemplificar la intensidad del ruido, a continuación se presenta sonidos frecuentes en la vida cotidiana y su intensidad en dB, según la Comisión de Audiología de la Sociedad Española de ORL:
- Rumor de hojas de árbol: 20 dB
- Murmullo de oleaje suave: 30 dB
- Zonas residenciales: 40 dB
- Conversación normal: 50-60 dB
Sierra eléctrica, auriculares de música: 95 dB (riesgo de lesión si la exposición se prolonga 2 horas)
- Lavavajillas: 60 dB
- Aspiradora: 65 dB
- Conversación acalorada (oficina): 80 dB
- Tráfico rodado en la ciudad: 80-85 dB
- Claxon de un automóvil: 90 dB
- Motocicleta: 90 dB (riesgo de lesión auditiva si se prolonga más de 4 horas)
- Sierra eléctrica, auriculares de música: 95 dB (riesgo de lesión si la exposición se prolonga 2 horas)
Concierto de rock, taladro: 120 dB (riesgo de lesión auditiva si la exposición se prolonga 7 minutos)
- Discoteca, petardos pirotecnia: 110 dB (riesgo de daño inmediato)
- Concierto de rock, taladro: 120 dB (riesgo de lesión auditiva si la exposición se prolonga 7 minutos)
- Sirena de tren, alarma de incendio: 125 dB
- Martillo neumático: 130 dB
Otro factor que influye en la lesión otológica causada por el ruido es el ritmo. Son más perjudiciales aquellos ruidos intermitentes o discontinuos, siempre que la pausa sin ruido sea breve, como los que producen las armas de fuego y la pirotécnia (1,2).
¿Cómo el ruido puede dañar el oído?
La forma cómo se produce la lesión en el oído interno se puede explicar mediante dos supuestos (2):
La energía sonora hace que vibre con tal amplitud que excede el límite que estas estructuras pueden soportar, produciéndose la muerte de las células nerviosas
- El primero sería mediante un ruido traumatizante muy intenso (>110 dB por ejemplo), que produce tal cantidad de energía, que al llegar a la cóclea (el órgano del oído interno que se encarga de recibir las señales sonoras y enviarlas al cerebro en forma de impulsos nerviosos) puede destruir estructuras nobles por una lesión mecánica,
Es decir, la energía sonora hace que vibre con tal amplitud que excede el límite que estas estructuras pueden soportar, produciéndose la muerte de las células nerviosas.
Esto sucede en los casos de trauma acústico agudo (explosiones, por ejemplo) y para los casos de trauma acústico crónico (exposición constante a ruidos fuertes como música o en el ámbito laboral) en el que existe una sumación de microtraumatismos con acumulación de lesiones mecánicas y de muerte celular.
- El segundo supuesto sería mediante ruidos más discretos (alrededor de 80–95 dB), aplicado durante un tiempo prolongado, en el que se someten a las células nerviosas auditivas a un trabajo excesivo, produciéndose una fatiga, recuperable en un principio tras un periodo de reposo auditivo suficiente, pero que puede hacerse permanente con el tiempo, cuando estas células no resistan ya la sobrecarga de trabajo.
¿Existe tratamiento si ya existe una pérdida de audición?
Hay que recalcar la prevención a exposición a estos ruidos para evitar la sordera
Lamentablemente, estas lesiones hoy en día no tienen tratamiento.
Por esta razón, es de suma importancia recalcar la prevención a exposición a estos ruidos para evitar la producción de la sordera y la progresión de esta si ya está instaurada.
Se recomienda realizar controles periódicos con audiometrías para establecer el grado de pérdida auditiva y controlar su evolución.
Bibliografía
1.- Mariola Sliwinska-Kowalska, Kamil Zaborowski. WHO Environmental Noise Guidelines for the European Region: A Systematic Review on Environmental Noise and Permanent Hearing Loss and Tinnitus. J. Environ. Res. Public Health 2017, 14, 1139; doi:10.3390/ijerph14101139
2.- M. Gil-Carcedo. Otología. Cap 20: Enfermedades producidas por el ruido. ISBN. 84-89316-03-1
3.- Peter M. Rabinowitz, Deron Galusha, et al. The Dose Response Relationship between In Ear Occupational Noise Exposure and Hearing Loss. Occup Environ Med. 2013 October ; 70(10): 716–721. doi:10.1136/oemed-2011-100455.
4.- Martin Pienkowski, Jos J Eggermont. Reversible long-term changes in auditory processing in mature auditory cortex in the absence of hearing los induce by passive, moderate – level sound exposure. Ear and Hearing. 2012 May; 33 (3): 305-14. PMID: 22343545
5.- et al. Coding deficits in hidden hearing loss induced by noise: the nature and impacts. Sci. Rep. 6, 25200; doi: 10.1038/srep25200 (2016).