La Semana Mundial del Cerebro es la iniciativa a través de la cual, anualmente, se pone de manifiesto la importancia de proteger un órgano esencial para mantener una buena calidad de vida y de recordar que son muchas las piezas vitales para su conservación, entre ellas, la audición.
La mayoría de las personas que sufren pérdida auditiva y no le ponen remedio, acaban a su vez, experimentando importantes consecuencias en su mente, ya que este problema afecta tanto a la comunicación como a la interacción social, aumentando el riesgo de fatiga, depresión o en última instancia, demencia.
El uso de audífonos ayuda a las personas con pérdida auditiva a disfrutar de entornos sociales, así como a controlar el posible desarrollo de demencia
Escuchamos con el cerebro
En este escenario, recientemente The Lancet ha publicado un estudio en el que pone de manifiesto que el déficit auditivo es una de las principales causas de desarrollo de demencia. Por este motivo, las prácticas preventivas se convierten en algo esencial.
Y es que pese a la creencia popular, los seres humanos no escuchamos con los oídos, sino con el cerebro, que se se encarga de convertir el sonido en información comprensible.
Sin embargo, cuando una persona sufre pérdida auditiva, al cerebro le cuesta un mayor esfuerzo obtener la información que contiene el sonido y en consecuencia, el esfuerzo se traduce en un menor uso de otros recursos como capacidad de recuerdo y concentración, sobre todo en espacios ruidosos.
El estudio relaciona algunos aspectos externos y no biológicos que pueden reducir el riesgo de padecer demencia:
- Uso de audífonos ante una pérdida auditiva: 9%
- Abandono del hábito de fumar: 5%
- Tratamientos para la depresión: 4%
- Mayor actividad física: 3%
Deficit cognitivo y demencia
“Hay una clara equivalencia entre las personas que sufren problemas auditivos con aquellas que presentan cuadros de déficit cognitivo y demencia”, ha explicado José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon en España.
“Hay una clara equivalencia entre las personas que sufren problemas auditivos con aquellas que presentan cuadros de déficit cognitivo y demencia”
“Creemos que los beneficios a largo plazo pueden ser realmente significativos si conseguimos tratamientos eficaces frente a la pérdida auditiva. Ofrecer alternativas a las personas con estos problemas, incluso en escenarios con exceso de ruido, les proporcionará beneficios también para su cerebro con una interacción social más saludable”, continúa Blanco.
Según datos ofrecidos por la Asociación Internacional de Alzheimer, en la actualidad 45 millones de personas padecen esta enfermedad o algún tipo de deterioro cognitivo, cifra que se estima ascienda a 136 millones en los próximos 40 años.
El hecho de no tratar esta situación puede provocar menores habilidades comunicativas e interacción social, derivando a su vez en fatiga o depresión
Brain Hearing
Estos síntomas son más acuciantes cuanto mayor es la persona, por lo que, en un planeta con un envejecimiento de población masivo, los casos de pérdida auditiva van también en aumento.
En este sentido Oticon practica, desde hace más de 20 años, lo que ha denominado como Brain Hearing,
Se trata de una tecnología a través de la cual se ofrece al cerebro las condiciones idóneas para captar el sonido de la manera correcta, ayudándole a extraer el significado en vez de simplemente subir el volumen del ruido.
Junto a este concepto, la compañía lanzó Opn, un audífono de última generación que minimiza el esfuerzo mental necesario para entender el mensaje, protegiendo los recursos mentales y favoreciendo la participación en conversaciones con varios interlocutores. Una evolución que, sin duda, ayuda a proteger el cerebro.
Oticon
Empresa líder en el diseño y fabricación de soluciones auditivas para adultos y niños. Tiene presencia en 23 países y sus productos se comercializan en más de 100.
Su filosofía People First (las personas lo primero) representa el reto de la compañía por cambiar al mismo ritmo que evolucionan los usuarios y la sociedad. Los usuarios no necesitan un audífono solo para oír mejor, también lo necesitan para comunicarse, interactuar y participar en la vida de forma activa.