El peligro de los juguetes ruidosos – Consejos para una compra responsable – AG Bell – AIJU – conRderuido.com
Los pequeños piden juguetes ruidosos como coches con sirena, armas sonoras o instrumentos musicales
La Navidad es una época de alegría señalada por los personajes mágicos de Papa Noel y los Reyes Magos.
Abrumados por la publicidad, los pequeños no dudan en pedir los juguetes más ruidosos como coches con sirena, armas sonoras o instrumentos musicales.
AG Bell Internacional aprovecha estas fechas para alertar sobre las lesiones irreversibles que pueden ocasionar muchos de estos regalos en la audición de los niños si se superan los 80 decibelios(dB). Los padres son responsables de la compra y del uso de estos juguetes.
El ruido de algunos juguetes supera los 90 dB junto al oído, según la lista confeccionada por la asociación estadounidense ‘Sight and Hearing’
Juguetes que emiten ruido superior a 90 dB
El ruido emitido por algunos juguetes supera los 90 dB cuando se colocan junto al oído, según la famosa lista de juguetes más ruidosos confeccionada por la asociación estadounidense Sight and Hearing.
La pérdida de audición por ruido es acumulativa de manera gradual a lo largo de los años. AG Bell Internacional recomienda escuchar los sonidos del juguete antes de adquirirlo, como aconseja la American Speech, Language and Hearing Association (ASHA).
Cuando el sonido es muy fuerte para el adulto evidentemente también lo será para el niño. Para comprobar el nivel se pueden usar aplicaciones móviles: sonómetros.
Consejos para un uso responsable de juguetes
Cuidado si el niño coloca un juguete durante mucho tiempo cerca de la oreja o lo utiliza para producir ruidos
Karina Pernías y Juan González, expertos del Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU) exponen algunos consejos en esta materia:
“La fuente de sonido de un juguete puede ser un dispositivo musical eléctrico o mecánico o incluso la propia actuación del niño al golpear o soplar en un juguete musical».
«A mayor exposición y menor distancia de uso, los límites permitidos son más reducidos, de tal manera que, por ejemplo, un juguete destinado a estar cerca de la oreja como puede ser un teléfono móvil de juguete, tendrá unos valores límite inferiores a los de un juguete del que va tirando el niño con una cuerda”.
«Si el cuidador de un niño advierte que un juguete emite un sonido que se aleja de la zona de confort y se aproxima a un estrés acústico, debería limitarse su utilización”
Pernías y González tienen muy claro que la responsabilidad recae en el cuidador: “Cuando se ponga a disposición del niño un juguete acústico, se recomienda que, a mayor nivel de presión sonora, menor sea la exposición a que se somete al niño durante el juego».
«Si el cuidador de un niño advierte que un juguete emite un sonido que se aleja de la zona de confort y se aproxima a un estrés acústico, debería limitarse su utilización”.
De la misma manera que ocurre con otros juguetes, el cuidador debe valorar la utilización que el niño haga del juguete.
“Cuando se use de modo inadecuado -afirman los expertos- lo que pueda suponer un riesgo para él, ha de corregirlo. Por ejemplo, si coloca un juguete durante largos períodos de tiempo cerca de la oreja o lo utiliza para producir ruidos de alto nivel acústico, debería evitarse dicha práctica. Asimismo, los juguetes que producen niveles de sonido elevados no deberían utilizarse cerca del oído o en lugares cerrados”.