En sus manos

Sueño y ruido, enemigos íntimos

Existen muchas teorías en relación al sueño, pero es indudable que su privación es nociva y forma parte de un proceso necesario para el normal funcionamiento del organismo. El ruido tiene importantes repercusiones tanto en la arquitectura del sueño como en su microestructura y en las funciones autonómicas. A largo plazo, tiene efectos sobre la salud y la calidad de vida.

El sueño es un proceso altamente organizado, caracterizado por una desconexión relativa del mundo exterior y una actividad cerebral variable, pero especifica. Bajo condiciones normales, el sueño está asociado con poca actividad muscular, una postura relajada y una respuesta a estímulos ambientales reducida.

Forma parte del ciclo circadiano, consta de diferentes etapas y es absolutamente fundamental para el ser humano. El sueño puede ser aplazado, pero es indispensable para la supervivencia, sin el sueño no podríamos vivir.

Existen muchas teorías en relación al sueño, pero es indudable que su privación es nociva y forma parte de un proceso necesario para el normal funcionamiento del organismo.

El sueño puede ser aplazado, pero es indispensable para la supervivencia, sin él sueño no podríamos vivir

El ruido y el sueño

El ruido tiene importantes repercusiones tanto en la arquitectura del sueño como en su microestructura, y en las funciones autonómicas. A largo plazo, tiene efectos sobre la salud y la calidad de vida.

El sueño ininterrumpido es necesario para un buen funcionamiento fisiológico y mental en personas sanas; el ruido ambiental es una de las principales causas de interrupción del sueño. Si esto ocurre en ocasiones puntuales, en principio la persona afectada no presentaría problemas, pero si esta situación se vuelve crónica, los resultados pueden ser muy variados: cambios de humor, disminución del rendimiento laboral o escolar, y efectos a largo plazo en la salud y el bienestar.

Los efectos inmediatos de la falta de sueño, o aquellos efectos que aparecen en primer lugar, pueden ser cuantificados por el número y la duración de los despertares nocturnos y en la modificación general del sueño de la persona. Son:

  • Dificultades para quedarse dormido (insomnio crónico)
  • Despertares frecuentes
  • Levantarse demasiado temprano
  • Alteraciones en las etapas del sueño y en su profundidad. Esto es nocivo, porque todas las etapas del sueño son importantes para el cumplimiento del ciclo

El tiempo total del sueño suele verse reducido por la necesidad de más tiempo para quedarse dormido y un despertar prematuro. Si esto se produce de manera continua a lo largo del tiempo, es cuando se diagnosticará a la persona de insomnio, lo cual presenta un grave problema.

Los efectos que aparecen de forma no inmediata, o en un segundo plano, son aquellos que no pueden medirse en unas pocas horas o unos pocos días después de las noches en las que no hemos dormido bien. Destacan:

  • La fatiga
  • El estado de ánimo depresivo
  • La disminución del rendimiento
  • La disminución del estado de alerta, por ejemplo, en carretera puede dar lugar a accidentes de tráfico
  • Irritabilidad

Sueño y sensibilidad

En todos estos estudios y afectaciones, es importante tener en cuenta dos fenómenos existentes, la habituación y la sensibilidad individual.

El fenómeno de la habituación, puede aparecer a los pocos días de presentar una situación concreta. Sin embargo, esta habituación no es completa y tras varios periodos largos de exposición, las funciones cardiovasculares permanecen sin alterar.

La sensibilidad al ruido es muy variable de un individuo a otro; algunos de los factores que influyen son la edad, el sexo, el estado de salud, la situación social o familiar de la persona afectada, etc.

La sensibilidad al ruido es muy variable de un individuo a otro; algunos de los factores que influyen son la edad, el sexo, el estado de salud, la situación social o familiar de la persona afectada, etc.

Por ejemplo, los niños son mucho menos sensibles a los ruidos durante la noche y es mucho más difícil que se despierten, por el contrario, una persona mayor se queja más y presenta mayor número de despertares espontáneos a causa del ruido.

Esta sensibilidad, es la percepción subjetiva de la calidad del sueño. Y por ello, los niveles de irritación, la capacidad de concentrarse y la capacidad de dormirse estará determinada por la tolerancia a la contaminación acústica.

La evaluación de la perturbación del sueño es difícil de conseguir, pero teniendo en cuenta todos estos fenómenos se produce un acercamiento a la problemática que presenta el ruido en la salud de las personas expuestas a altos niveles de contaminación acústica. De acuerdo con la OMS, el nivel de sonido equivalente durante el sueño, no debería superar los 30 dBa.

Psicología Velázquez

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