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¡Que la apnea no te quite el sueño!

Una persona con apnea del sueño sufre pausas respiratorias durante la noche, debido a un colapso de la vía aérea.

Además de dificultar un buen descanso, puede originar otras consecuencias graves, como el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades coronarias.

Afortunadamente, existen una serie de tratamientos disponibles, entre los que está el aparato de CPAP, que fue diseñado en la década de los 80 por el doctor Colin Sullivan.

Las siglas en inglés se refieren a Continuous Positive Airway Pressure, lo que traducido al español es Presión Positiva Continua en la Vía Aérea, y esto ya indica algunas pistas sobre su funcionamiento.

Te lo contamos en conRderuido.com con la ayuda de los profesionales médicos de Quirónsalud.

¡Que la apnea no te quite el sueño! – Doctora Lorena Comeche Casanova Neumología – Hospital Universitario Quirónsalud Madrid – conRderuido.com.

  • «El CPAP es un compresor de aire que produce una presión positiva y constante, lo que permite mantener abierta la vía aérea».

La apnea del sueño provoca pausas respiratorias durante la noche debido a un colapso de la vía aérea

Una persona con apnea del sueño sufre pausas respiratorias durante la noche, debido a un colapso de la vía aérea.

Además de dificultar un buen descanso, puede originar otras consecuencias graves, como el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades coronarias.

Afortunadamente, existen una serie de tratamientos disponibles, entre los que está el aparato de CPAP, que fue diseñado en la década de los 80 por el doctor Colin Sullivan. Las siglas en inglés se refieren a Continuous Positive Airway Pressure, lo que traducido al español es Presión Positiva Continua en la Vía Aérea, y esto ya indica algunas pistas sobre su funcionamiento.

Te lo contamos en conRderuido.com con la ayuda de los profesionales médicos de Quirónsalud.

¿Cómo tratar la apnea en casa?

Esto es posible con el aparato de CPAP. El paciente con apnea del sueño debe encenderlo y colocarse la mascarilla antes de dormir, y permanecer con ella puesta durante la noche. Los resultados son positivos, incluso en el primer uso.

La doctora Lorena Comeche Casanova, jefa asociada en Neumología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, nos explica que «el CPAP es un compresor de aire que produce una presión positiva y constante, lo que permite mantener abierta la vía aérea».

De esta forma, previene el colapso de la vía aérea y las pausas respiratorias y favorece el descanso.

La presión puede ser más o menos intensa, dependiendo de las características de la persona. De hecho, es recomendable adecuarla de manera individual.

El CPAP incluye la opción de «rampa» para comenzar por una presión menos intensa y más cómoda, e ir incrementando hasta alcanzar el valor establecido, en un margen de tiempo de 10 minutos.

Tipos de apneas en las que está recomendado el CPAP

Está indicado cuando se presentan apneas con estas características:

  • Severa o grave

  • Moderada con enfermedades anteriores que aumentan el riesgo cardiovascular

  • Aquellas que causan otros efectos secundarios durante el día

En general, estas mascarillas son de plástico flexible e incorporan una salida de pequeño tamaño para el aire que exhala el paciente. Sea el modelo que sea, lo fundamental es colocar correctamente la mascarilla.

¿Cómo funciona CPAP para la apnea?

Se compone de una máquina externa que trasmite una presión positiva constante, a través de un tubo largo y ancho, hacia la mascarilla que es colocada en la cara del paciente. En concreto, se sitúa cubriendo la nariz o la nariz y la boca, dependiendo del modelo de mascarilla que se utilice.

«Lo importante es que la mascarilla quede bien fija, sin fugas de aire, y que sea lo más cómoda posible para el paciente»

En general, estas mascarillas son de plástico flexible e incorporan una salida de pequeño tamaño para el aire que exhala el paciente.

Existen numerosos modelos, que se distinguen por su tamaño, por la posibilidad de monitorizar el tratamiento y almacenar datos, por poder añadir humidificadores térmicos, etcétera.

Sea el modelo que sea, lo fundamental es colocar correctamente la mascarilla. Según la neumóloga del Hospital Quirónsalud Madrid «lo importante es que quede bien fija, evitando las fugas de aire, y que sea lo más cómoda posible para el paciente».

Estos dispositivos suelen precisar un periodo de adaptación para que el paciente se sienta cómodo utilizándolo. En este sentido, la neumóloga  apunta que «la adaptación es un proceso gradual y progresivo, hay que tomarse su tiempo. Hay pacientes que se adaptan más rápidamente y otros pueden necesitar más tiempo». Entre las recomendaciones la doctora cita las siguientes:

  • evitar siestas, cenas copiosas, bebidas alcohólicas o fumar

  • no tomar pastillas para dormir

  • tratar de acostarse cansado y probar varias veces la mascarilla

¿Se puede curar la apnea del sueño?

El uso del CPAP mejora la calidad de vida, ya que controla las pausas respiratorias y facilita el descanso

La doctora Lorena Comeche Casanova responde así a esta cuestión: «Solamente en los casos en los que el síndrome de apnea e hipoapnea del sueño se debe a alteraciones anatómicas que se corrigen con éxito con cirugía, o en pacientes obesos que pierden peso de forma importante, se puede curar el SAHS».

En cualquier caso, aunque con el CPAP no se consiga curar la apnea del sueño, sí que mejora la calidad de vida, ya que controla las pausas respiratorias y facilita el descanso. Sin embargo, si se interrumpe el tratamiento, los efectos negativos volverán a notarse poco a poco.

“La adaptación al dispositivo es un proceso gradual. Hay pacientes que se adaptan más rápidamente y otros pueden necesitar más tiempo”, asegura la doctora Lorena Comeche Casanova, neumóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

¿Cómo usar el CPAP para la apnea?

El CPAP es muy fácil de utilizar. En líneas generales, deben seguirse estos pasos cada noche:

  • Enchufar la máquina.

  • Colocar la mascarilla, ajustando el arnés de manera que no se originen fugas de aire alrededor.

  • Encender.

Colocar la mascarilla, ajustando el arnés de manera que no se originen fugas de aire alrededor


  • Botón de rampa. Si lo incluye el dispositivo, es necesario apretarlo para que realice un aumento gradual de la presión hasta alcanzar el nivel establecido. También existen CPAP que, cuando se encienden, ya lo hacen directamente en el nivel programado. Tanto si hay botón como si no lo hay, lo indicará el técnico.

  • Al despertar, debemos apagar el CPAP y retirar la mascarilla.

  • Levantarse en mitad de la noche. En este caso, también se debe apagar el aparato y retirar la mascarilla. Una vez que se regresa a la cama, se coloca la mascarilla otra vez.

  • Uso de humidificador térmico. Si el CPAP incluye esta opción, antes de su uso es necesario comprobar que dispone de agua destilada.

  • Mantenimiento. Seguir las indicaciones del dispositivo.

Puedes leer estos consejos en el portal pereznoesraton.com, de IPDGrupo (Información para decidir) junto a conRderuido.com, jupsin.com y conideintelligente.com.


¿Existen efectos secundarios?

Los efectos secundarios aparecen porque se precisa de una adaptación al CPAP. Estos son los más frecuentes:

  • Rinitis o congestión nasal, que es la más habitual. Puede aliviarse con el humidificador o con una terapia específica.

  • Lesiones cutáneas en la cara por la mascarilla. Se puede probar entre los diferentes modelos que existen, aplicar vaselinas líquidas o apósitos que mejoran la adaptación y lavarse e hidratarse el rostro por la mañana.

  • Molestias en el estómago y flatulencias, en algunos casos. Esto se soluciona levantando el cabecero de la cama o utilizando medicación indicada para ello por el neumólogo.

  • Conjuntivitis debido a fugas de aire. Para evitarlo normalmente basta con colocar la mascarilla correctamente.

La cefalea puede ser un efecto secundario que se alivia con analgésicos y que desaparece después de los primeros usos


  • Ruido o modificación del tono entre inspirar y espirar. Para evitar esto, hoy día hay disponibles CPAP más silenciosos y con mascarillas que aíslan mejor el sonido. Por otro lado, existe la opción de incorporar un tubo para apartar la máquina o colocar tapones en los oídos.

  • Cefalea, que suele aliviarse con analgésicos, y que desaparece después de los primeros usos.

  • Dificultad para dormir. No es habitual y normalmente disminuye con la adaptación. En caso de no hacerlo, es preciso contactar con el especialista.

  • Hemorragias pequeñas debido al daño en la mucosidad nasal. También es un efecto poco habitual y se puede prevenir su aparición con una adecuada humidificación de la mucosa de la nariz.

Si no se obtienen resultados con esta terapia, se recomienda acudir a la consulta para analizar qué está ocurriendo. Al respecto, la neumóloga aconseja consultar con el especialista «porque puede ser que no se esté realizando de forma correcta o que los síntomas se deban a otras causas con un tratamiento específico».


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