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El ruido en la empresa, el gran desconocido
El ruido es uno de los riesgos más frecuentes a que están expuestos los trabajadores/as, y sin embargo es de los menos temidos. Los estudios realizados demuestran que al menos la cuarta parte de la población trabajadora está expuesta a los efectos nocivos del ruido.
El ruido es uno de los riesgos más frecuentes a que están expuestos los trabajadores/as, y sin embargo es de los menos temidos. Los estudios realizados demuestran que al menos la cuarta parte de la población trabajadora está expuesta a los efectos nocivos del ruido.
Consecuencias del ruido
El ruido se mide por su intensidad en momento determinado pero también por su exposición o el tiempo al que está afectado el trabajador dentro de su jornada laboral. La exposición al ruido durante mucho tiempo disminuye la coordinación y la concentración, lo cual aumenta la posibilidad de que se produzcan accidentes, también aumenta la tensión, lo cual puede dar lugar a distintos problemas de salud, entre ellos trastornos cardíacos, estomacales y nerviosos.
Los obreros expuestos al ruido puede quejarse de nerviosismo, insomnio y fatiga. Una exposición excesiva al ruido puede disminuir además la productividad y ocasionar porcentajes elevados de absentismo.
Combatir el ruido, inversión excelente
El ruido, suele definirse como un sonido molesto o no deseado. Un trabajador puede estar expuesto al ruido no sólo en actividades de producción o construcción sino en actividades desempeñadas en call centers, colegios o bares por ejemplo.
La pérdida de audición que se va produciendo a lo largo del tiempo no es siempre fácil de reconocer y, desafortunadamente, la mayoría de los trabajadores no se dan cuenta de que se están volviendo sordos hasta que su sentido del oído ha quedado dañado permanentemente.
Se puede combatir la exposición a ruidos en el lugar de trabajo, a menudo con un costo mínimo y sin graves dificultades técnicas. Combatir el ruido constituye una excepcional inversión.
La finalidad del control del ruido laboral es eliminar o reducirlo en la fuente que lo produce. Mediante ajustes en piezas, por ejemplo, se puede disminuir el nivel de ruido de una perforadora neumática, simplemente con la colocación de un paño. Un trozo de tubo de goma en el escape de la perforadora también disminuirá el nivel del ruido.
Se puede utilizar una tapa de caucho para disminuir el ruido que ocasionan las partículas de metal que caen sobre metal, o se puede impedir o disminuir el choque entre piezas de la máquina o sustituir piezas de metal por piezas de plástico más silenciosas; o aislar las piezas de la máquina que sean particularmente ruidosas; o cambiar de tipo de bomba de los sistemas hidráulicos; y colocar ventiladores más silenciosos, o poner silenciadores en los conductos de los sistemas de ventilación.
Se puede combatir la exposición a ruidos en el lugar de trabajo, a menudo con un costo mínimo y sin graves dificultades técnicas. Combatir el ruido constituye una excepcional inversión
Concienciar a los trabajadores y controles periódicos
La protección personal debe tomarse como medida circunstancial, o como un último extremo ya inevitable. Desde los tapones hasta los cascos de protección antirruido, hay gran variedad de modelos en el mercado, cada vez más eficaces y cómodos de uso. Se deben escoger en función de las condiciones de cada puesto de trabajo:
Es muy importante informar y concienciar a los trabajadores/as de la importancia del uso de protección, ya que la aparición insensible del comienzo de la lesión pasa desapercibida en principio.
Después aparecerá la sensación de ‘acostumbrarse al ruido’ que refieren algunos trabajadores/as con frecuencia. Esta sensación ya es un mal síntoma, pues significa que se ‘acostumbra’ porque precisamente ya se está quedando sordo para esa frecuencia de ruido molesta.
En cuanto a la elección del material de protección, es importante la opinión de los trabajadores; así, su uso será adecuado, sin que provoque molestias ni otro tipo de lesiones. No debe interferir la comunicación verbal si se precisa en su puesto. La elección se realiza acorde con las características del puesto de trabajo, grado de confort requerido y tipo de exposición.
Por parte de la empresa, resultan fundamentales los controles periódicos de los trabajadores expuestos al ruido para detectar lo antes posible la aparición del daño. Cuanto más precoz sea el diagnóstico, más pronto se podrá intervenir sobre las causas, evitando el avance de la lesión.