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El ruido puede arruinarte la vida

El ruido puede arruinar la vida de una persona o de una familia, y la sociedad española no está concienciada del daño que pueden causar en la salud y en la convivencia. Soledad Becerril, Defensora del Pueblo, lo tiene claro.

La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, contundente con el grave problema del ruido

Las Jornadas de Coordinación son fechas en las que los Defensores ponemos en común problemas que los ciudadanos nos transmiten: analizamos hechos, legislación existente, personas afectadas, respuestas de administraciones públicas, y recomendaciones a las mismas.

Nos preocupan los derechos que son violados por actuaciones o por no actuaciones de administraciones públicas. Nos conmovemos, y actuamos, ante casos de personas o grupos sociales vulnerables o marginados…

El ruido puede arruinar la vida de una persona

En estas jornadas, promovidas por el Defensor del Pueblo de Navarra, nos ocupamos  de “derechos de todos los días”. Derechos vulnerados no por la condición de una persona sino, fundamentalmente, por unas circunstancias o entorno que afectan a esa persona. No hablamos de personas marginadas o que estén enfermas;  no hablamos  de personas en  mala situación económica, que sufran falta de vivienda o que  la educación de sus hijos presente problemas. No, y sin embargo estas personas nos dicen que “no pueden vivir”. No nos dicen que no puedan dormir o estudiar…, lo cual  sería suficiente para quejarse, nos dicen que “no pueden vivir”. Y es cierto, porque su domicilio es violado o invadido por elementos extraños de continuo.

Estamos ante unos hechos externos que pueden arruinar la vida de una persona o de una familia, y la sociedad española no está concienciada sobre el daño que pueden causar.

Ha sido un acierto la elección del tema a tratar; puede despertar interés, y puede suponer que muchos digan “por fin se habla de mi problema porque nadie me hace caso”. Y puede, y debe, llevar al ánimo de las administraciones públicas el deber de tomar medidas -en el documento presentado se describen muchas- para corregir o eliminar esas situaciones.

Los Defensores recibimos quejas de ciudadanos que nos describen lo que ocurre en torno a su domicilio, los ruidos que se producen, y que nos dicen que la administración, en general ayuntamientos, no corrige la situación.

Resulta llamativo el tiempo que lleva el lograr que se haga una inspección sobre ruido; son llamativas las horas no oportunas de esas inspecciones; es también llamativo el no cumplimiento de las medidas exigidas, tras esa misma inspección, o la escasa eficacia de sanciones.

La invasión del domicilio por ruidos produce daños no fácilmente valorables desde un punto de vista económico, pero de consecuencias psíquicas y físicas muy importantes

El ruido y una extensa jurisprudencia

Como se señala en el documento de trabajo que se presenta, hay una gran cantidad de jurisprudencia que se apoya en la Constitución, en las sentencias del Tribunal Constitucional, en sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el Tribunal Supremo… para defender los derechos de las personas a no vivir contaminados por el ruido y al derecho al descanso.

Pero a mí lo que siempre, desde hace unos años, más me ha llamado la atención sobre toda esta jurisprudencia es la consideración de que el ruido puede suponer la vulneración del derecho de la intimidad de la persona y la vulneración del principio de inviolabilidad del domicilio. Principios fundamentales en un estado de derecho. Y podríamos pensar, en una imaginaria representación teatral, la entrada en el domicilio del ruido como si irrumpiera un ser extraño que produce terror y espanto. Podría ser una obra de teatro o una secuencia de una película de Hitchcock.

Las consideraciones o afirmaciones que se hacen en algunas sentencias sobre los derechos vulnerados, yo las suscribo absolutamente. Es posible que sean mis años de alcaldesa lo que me ha llevado a comprender las quejas de los vecinos, y también a conocer las dificultades en la corrección o eliminación del daño que pueden sufrir. Puede ocurrir, también, que en la actualidad existan más y mejores medios, también legislación más adecuada, que hace unos años, para defender al ciudadano pero, por otra parte, las actividades o el uso de medios mecánicos que ocasionan ruido han aumentado.

(Discurso íntegro de Soledad Becerril, Defensora del Pueblo, en las Jornadas de Coordinación de Defensores del Pueblo, celebradas en Pamplona a finales de septiembre de 2016)

 

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