No subestimes la sabiduría del silencio

ENTREVISTA | Elena Santos, psicóloga en la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo Quirónsalud

“Los pensamientos son el ruido de nuestra mente”

Profundizamos con Elena Santos en los aspectos psicológicos del silencio para ampliar la definición más clásica, la que nos habla de«ausencia de ruido«. Para la psicóloga clínica, miembro del equipo de la Unidad de Personalidad y comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo Quirónsalud, «el silencio es estar solo con uno mismo».

Lejos de subestimar el silencio, Elena Santos nos ayuda a entender su poder de información y comunicación, «incluso mayor que el de la propia palabra». No existe, como tal, una terapia del silencio, pero «en la Unidad, enseñamos técnicas de meditación que ayudan a encontrar nuestra identidad y desarrollarnos como personas».

Elena Santos, Psicóloga clínica en la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo Quirónsalud.

R’. ¿Qué es el silencio?

ES. El silencio, de forma concisa y que todo el mundo va a entender, es la ausencia de ruido. Pero si profundizamos y nos adentramos un poco más en la parte psicológica, el silencio es estar solo con uno mismo. De ahí la importancia que en la meditación tiene la soledad y el silencio.

R’ ¿Qué valor tiene el silencio?

ES. Tiene el valor, en primer lugar, de auto-observación. Y de llegar a un nivel importante de auto-conocimiento. Hay mucha gente que no mira dentro de sí, no se regala unos minutos de silencio para poder conocerse, aceptarse. El silencio es necesario para buscar dentro de uno mismo eso.

Lo más importante de estar con uno mismo es llegar al auto-conocimiento y a la auto-regulación que nos lleve a una aceptación de nosotros mismos, de las fortalezas y de la debilidad de cada uno.

En Oriente, el que habla poco es el sabio, el inteligente, el más espiritual, que da un significado más profundo a la vida y a su yo interior

R’ ¿Tan importante es la meditación?

ES. Sí. Y en el planteamiento del silencio encontramos la diferencia que hay entre Oriente y Occidente.

En Occidente, el que habla poco se puede interpretar como que no tiene mucho que decir. En Oriente, el que habla poco es el sabio, el inteligente, el más espiritual, el que le da un significado más profundo a la vida y a su yo interior.

De aquí surge toda la tradición de la meditación, en la que el silencio es fundamental para llegar al conocimiento y a la espiritualidad, ese estar con uno mismo, que te lleva a vivir más en paz, con calma, con seguridad, a esa búsqueda y encuentro con la voz interior, con nuestro mundo interior.

R’ ¿Existe el silencio total?

ES. Es complicado estar en silencio. Nunca podemos estar en silencio al cien por cien, siempre habrá algún ruido si nos atenemos a lo físico. Pero de lo que se trata es de llegar a una parte más del silencio ‘psicológico’, estar con uno mismo, sin distracciones, como observador. Esto no es fácil, y más si tienes conflictos internos, porque los pensamientos son el ruido de nuestra mente.

Nunca podemos estar en silencio al cien por cien, siempre habrá algún ruido

Cuando nos quedamos en silencio a meditar, a pensar, a reflexionar sobre nuestro mundo interno, aparecen esos pensamientos y no son fáciles de llevar.

De ahí que la práctica de la meditación tiene siglos de historia y de práctica.

R’. ¿Qué efecto produce el silencio prolongado sobre nuestro cuerpo?

ES. Conocemos los beneficios que tiene el silencio a nivel cerebral. Investigadores alemanes han descubierto que el silencio tiene un impacto importante en el cerebro. Dos horas diarias de silencio provoca el crecimiento de nuevas células en el hipocampo (zona del cerebro relacionada con la memoria, con el aprendizaje, con las emociones).

Se presuponía, en esa investigación, que el silencio era beneficioso para el cerebro porque ayuda a conservar la memoria y nos hace más flexibles a los cambios.

R’. ¿Esto tiene que ver con la neurogénesis?

ES. Sí, por supuesto que tiene que ver con la neurogénesis. Se ha descubierto que se pueden crear nuevas células y que estas células reaccionan al silencio para, como decía, conservar nuestra memoria y hacernos más flexibles a los cambios.

El silencio, está demostrado, disminuye el estrés, ese que casi todos sufrimos

R’. La parte menos científica del silencio, beneficio para la vida normal.

ES. El silencio, está demostrado, disminuye el estrés, ese estrés que casi todos sufrimos.

También disminuye la presión sanguínea. Es justo todo lo contrario que sucede con el ruido, que provoca el aumento de la secreción de cortisol, la hormona asociada al estrés. El silencio disminuye el estrés, nos hace pararnos, nos hace reflexionar, mejorar.

R’. ¿Existe la terapia del silencio?

ES. La terapia del silencio, como tal, no existe. Lo que sí existen son técnicas de meditación introspectivas en las que tienes que hacer un trabajo de mirar dentro, de descubrir.

En el ámbito de la personalidad, sí que se trabaja entrenando a los pacientes en técnicas de meditación. Es lo que ahora se conoce como mindfulness, que es estar presente en el momento, observarte en el presente. Y conectarte con el presente también se hace desde el silencio.

Es muy interesante que el silencio también nos ayuda a reafirmar la identidad

Es muy interesante que el silencio también nos ayuda a reafirmar la identidad.

Cuando miramos hacia adentro, estamos descubriendo qué tenemos en nuestro mundo interno.

Esto se puede lograr si estamos en silencio, si le dedicamos tiempo. Pero no es nada fácil llegar a una reafirmación de nuestra identidad a través del silencio.

El silencio es una parte de un tratamiento. Con los paciente se trabaja la espera, la introspección. Desde el silencio es más fácil, aunque no es tarea sencilla, insisto.

Podemos pensar que el silencio no comunica, pero a veces comunica más que las palabras.

R’. El silencio tiene una parte negativa… falta de estímulos, falta de comunicación…

ES. Puede parecer que no hay comunicación cuando hay silencio, pero no es así, todo lo contrario. Existe el lenguaje no verbal, y muchas veces el silencio da más información que la palabra.

Podemos pensar que el silencio no comunica, pero muchas veces comunica más que la palabra

Desde la teoría psicoanalítica, el silencio sí que forma parte del proceso terapéutico. El silencio aporta información sobre las resistencias o las defensas que pueda tener un paciente.

Los psicoanalistas dicen que el inconsciente es silencio, ‘el discurso sin palabras’, y para ellos el silencio es comunicación y ofrece mucha información.

Podemos pensar que el silencio no comunica, pero muchas veces comunica más que la palabra.

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R’. No subestimemos el poder del silencio…          

ES. (Ríe). Por supuesto. En la Unidad de Personalidad y Comportamiento enseñamos al paciente a estar consigo mismo y a tener el silencio como una herramienta, como un recurso en positivo. Porque a veces se ve como algo angustiante, paralizante incluso… Esto le ayuda a encontrar su identidad y desarrollarse como persona.

R’. Pero, a veces, tienen que adivinar con los pacientes poco habladores…

ES. Igual que hay pacientes muy habladores, hay pacientes que llegan a la terapia y hablan poco o casi no hablan. Hay que trabajarlo. Pero aunque haya silencio, como veíamos, tú estás recogiendo información y ese silencio nos está advirtiendo de lo que le puede estar pasando a ese paciente.

A veces es difícil y tenemos que poner más énfasis en conocer al paciente a través de los silencios.