Exposición al ruido
Cuanta mayor información y consciencia del ruido tengan todas las personas que se exponen al mismo mucho mejor para poner en marcha medidas para evitarlo.
Casi todo el mundo es consciente de las consecuencias normales de la exposición continuada al ruido. La pérdida de capacidad auditiva, la alteración del ritmo cardíaco y de la respiración son las más conocidas. También se conoce habitualmente que el ruido provoca alteraciones del sistema endocrino y el nervioso.
El ruido puede hacer que un trabajador no oiga a tiempo una señal acústica que le debe prevenir de un peligro, incrementando el riesgo de accidente
El ruido produce problemas de salud y de convivencia
Es menos conocido que el hecho de trabajar en un ambiente ruidoso puede alterar el sueño, producir cansancio, irritabilidad, dolor de cabeza y náuseas, y en algunos casos afectar a la salud mental, ya que a veces provoca síntomas de ansiedad e incrementa la desazón y el estrés.
Pocos conocen que el ruido también afecta negativamente a nuestra relación con los demás y el entorno, por ejemplo creando malos entendidos en una conversación.
A veces un ruido no muy elevado puede causar problemas. A menudo también interactúa con otros factores de riesgo e incrementa el peligro al que están expuestos los trabajadores. Por ejemplo, el ruido puede hacer que un trabajador no oiga a tiempo una señal acústica que le debe prevenir de un peligro, incrementando el riesgo de accidente.