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Tacones cercanos… ruidos molestos

El 16% de los hogares españoles sufre ruidos producidos por vecinos (datos de 2016 según INE). Este tipo de ruidos perturba la tranquilidad de los hogares y son considerados una violación del derecho a la intimidad, personal y familiar, recogido en la Constitución Europea. No son pocas las noticias que encontramos sobre los vecinos de arriba y concretamente, las vecinas y sus tacones, ni son pocos los comentarios que llenan los foros de personas afectadas por esta situación.

¿Puedo pedirle a mi vecina que cese en los paseos con sus tacones? – Por Rocío Gavilán y Paloma López – Psicología Velázquez



El 16% de los hogares españoles sufre ruidos producidos por vecinos

El 16% de los hogares españoles sufre ruidos producidos por vecinos (datos de 2016 según INE). 

Este tipo de ruidos perturba la tranquilidad de los hogares y son considerados una violación del derecho a la intimidad, personal y familiar, recogido en la Constitución Europea.

No son pocas las noticias que encontramos sobre los vecinos de arriba y concretamente, las vecinas y sus tacones, ni son pocos los comentarios que llenan los foros de personas afectadas por esta situación.

¿Puedo pedirle a mi vecina que cese en los paseos con sus tacones?

Tacones con horario

La pregunta más popular es aquella que genera la duda sobre si un vecino puede pedirle a otro, o exigirle, un horario a la hora de caminar con los tacones, causando perjuicios al vecino o vecinos de abajo.

“Los ruidos innecesarios, que causan perjuicio, son siempre ilícitos, lo que se traduce en un uso anormal del edificio y en un abuso de sus derechos”

Pues bien, la respuesta es que . Tal y como se cita en una sentencia de Lisboa, las conclusiones de Tiberio Silva, Farinha Alves y María José Mouro no dejan lugar a dudas: “Los ruidos innecesarios, que causan perjuicio, son siempre ilícitos, lo que se traduce en un uso anormal del edificio y en un abuso de sus derechos”.

Como en todos los conflictos, lo ideal sería primero hablar con la vecina en cuestión y explicarle que sus zapatos generan un ruido demasiado fuerte, que impide el descanso, e intentar llegar a un acuerdo sin necesidad de iniciar un procedimiento judicial.

En el caso de que esto no llegue a ocurrir, es bueno conocer que existen procedimientos que se cierran brindando una solución a los afectados por el ruido, teniendo en cuenta, además, que la persona que ejerce dicho ruido es consciente de la interrupción del descanso habitual de sus vecinos y perturbar su tranquilidad.



Tacones, ruidos, molestias y soluciones

No son pocos los conflictos que se generan con los vecinos, sumándose este a ellos. Pero como mencionábamos, siempre hay una manera de enfrentarse a estas situaciones. Existen tres claves para solventar la situación de manera cordial:

  1. Hablar con el vecino/a por las buenas, explicarle qué es lo que está ocurriendo en tu casa a raíz de los ruidos que él o ella generan e intentar que no se repita más veces.
  2. Acudir al presidente de la comunidad si la situación con el vecino no cesa con el fin de que, según la Ley de la Propiedad Horizontal, sea él mismo el que requiera al vecino que realiza el ruido el cese inmediato del mismo.
  3. Presentar una demanda, bien a nivel individual o bien a nivel colectivo, si son varios los vecinos afectados. Para esto, lo ideal seria que el presidente, conocedor del conflicto, convocara una junta de propietarios en la que se exponga el tema y se autorice la misma en el caso de ser común. En el caso de que la demanda siga su curso y sea estimatoria, además del cese inmediato del ruido se podría solicitar una indemnización por los daños ocasionados, como tratamientos médicos, bajas laborales, etc. y privar del derecho del uso de la vivienda un periodo de hasta tres años o incluso el fin del contrato si se trata de un inquilino.
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