Alta Fidelidad
Cosas que debí decirte hace cien años
Cosas que debí decirte hace cien años. En este libro está desgajada mi alma en pedacitos… Es un relato de mi pequeña evolución. De mi paso por los días, de mis momentos hermosos y mis dolorosas dudas…
Cosas que debí decirte hace cien años
Te preguntarás… ¿Qué cosas se calla alguien durante cien años? Muchas, demasiadas… Durante mucho tiempo no nos atrevemos a decirnos a la cara lo que nos asusta, no nos admitimos lo que nos araña y duele… Lo dejamos dentro, en ese saco en el que acumulamos todo… Sabemos que un día estallará pero suplicamos que aguante.
Aunque al final, estalla. Y es maravilloso que lo haga, aunque es mucho mejor, vaciarlo antes… Por si cuando todo sale disparado, te haces demasiado daño y hieres a alguien.
Eso es lo que pretendo, decirte cosas como…
No brillas porque no te quieres y no te atreves a mostrar lo que vales.
No te aman como mereces porque no te amas y vas por la vida con esa cara de no merecer amor.
Recibes indiferencia porque no miras a los ojos de nadie, por si entran en tu conciencia, por si deambulan por tu alma y descubren tus secretos.
Tus miedos llevan el timón de tu vida.
Tu rabia contenida se ha hecho un refugio en tus entrañas…
Te duele mucho porque te criticas mucho, te hieres mucho, te encoges mucho, te exiges mucho. Sé qué es eso y no lleva a nada bueno…
En este libro está desgajada mi alma en pedacitos… Es un relato de mi pequeña evolución. De mi paso por los días, de mis momentos hermosos y mis dolorosas dudas…
No te gustas ¿cómo vas a gustar?
Dejas que él te trate así porque crees que le necesitas, cuando en realidad es él que necesita pisarte para sentirse bien y eres tú la única persona que se lo aguanta…
No hay culpas, no te reproches, déjalo a un lado y sigue adelante…No cargues con nada…
No esperes que el mundo solucione tu vida, toma las riendas… Tú decides lo que es tu vida, no delegues esa responsabilidad.
Y también decirte cosas preciosas…
Eres hermosa incluso sin saberlo.
Tienes mil posibilidades cada día para crecer.
Cuando te sueltas, brillas mucho…Fluye y contagia tu entusiasmo.
Mereces lo mejor, no pares hasta conseguirlo… Sin agobiarte, sin preocuparte.
Da las gracias por lo maravilloso que eres y lo bueno que te rodea…
Contigo, el mundo es un lugar mejor
No importa que sea a veces complicado, tú puedes. Los malos momentos son pruebas, los obstáculos son oportunidades…No te calles nada, se queda dentro y arde mucho, hasta que te quema…
En este libro está desgajada mi alma en pedacitos… Es un relato de mi pequeña evolución. De mi paso por los días, de mis momentos hermosos y mis dolorosas dudas…
Hasta descubrir que el hombre del saco eres tú. Y también tu ángel de la guarda…No hay juez más terrible que nosotros mismos… Pero la gran noticia es que también somos nuestra propia salvación, nuestro bálsamo, nuestro héroe, nuestro refugio…
Si te has hecho tanto daño a veces, eso significa que tienes mucho, mucho poder. Úsalo para crecer, no para encogerte. Úsalo para brillar y ser feliz, para crear, para contagiar alegría…
¿No lo ves? tienes todas la respuestas… No te das cuenta… ¡Qué suerte verlo!!
¡Y dar las gracias por habernos dado cuenta!! por la conciencia de notar que nos equivocamos y la de rectificar y ser humildes y la vez grandes… Eso es la grandeza, aprender de los errores y convertirlos en el material con que pegar nuestros pedazos rotos… Saber perdonar y perdonarse. Saber encontrar compañeros de viaje que vacíen tu pesada maleta y te recuerden que sabes cómo…
Aprender de ti siempre. Y recordarte que eres extraordinario…
La felicidad no es un lugar idílico al que llegas después de sufrir mucho. Es un estado interior que se descubre cuando dejas de luchar por esconderte y decides amarte, darte una oportunidad de ser tú y vivir…
No hay nada que perseguir, ya lo llevas dentro. Abre los ojos de tu conciencia y ama sin calcular…
No necesitas nada más. Ya lo tienes, abrázalo.
Si te has hecho tanto daño a veces, eso significa que tienes mucho, mucho poder. Úsalo para crecer, no para encogerte. Úsalo para brillar y ser feliz, para crear, para contagiar alegría…
No tienes nada que perder
Estas son las Cosas que debí decirte hace cien años… A ti, a mí…Cada vez lo tengo más claro, si cabe. Esta es mi misión, compartir, aprender, mostrar, ayudar… Desnudar mi alma para que cuando tú desnudes la tuya no te sientas tan solo… Decirte que me equivoco para que no tengas tanto miedo a equivocarte… Mostrar lo vulnerable que soy para que ames tu vulnerabilidad… Explicarte mis historias por si son útiles para la tuya o para todo lo contrario… Compartir mis pasiones para que veas lo maravillosas que son las tuyas… Darte mis palabras hasta que encuentres las tuyas propias y hagas tu camino…
Mil gracias a todos y todas los que he encontrado en el camino. A los que cada día me siguen en redes sociales y visitan mi blog. A los que se han dejado habitar por mis palabras y las han compartido… Este libro también es vuestro.