Exposición a la luz por la noche y su impacto en la salud mental. La simple práctica de evitar la luz por la noche y buscar una luz más brillante durante el día podría ser un medio eficaz y no farmacológico de reducir los problemas mentales.
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Exposición a la luz por la noche y su impacto en la salud mental
El mayor estudio mundial sobre la exposición a la luz y su impacto en la salud mental, con 87.000 participantes, ha descubierto que una mayor exposición a la luz por la noche aumenta el riesgo de que una persona sufra trastornos psiquiátricos:
- ansiedad
- trastorno bipolar
- trastorno de estrés postraumático
- así como autolesiones
Es importante destacar que el estudio también descubrió que el aumento de la exposición a la luz diurna puede actuar como un medio no farmacológico para reducir el riesgo de psicosis.
En las personas expuestas a altas cantidades de luz por la noche, el riesgo de depresión aumentaba en un 30%, mientras que las que estaban expuestas a altas cantidades de luz durante el día reducían su riesgo de depresión en un 20%.
Los resultados fueron similares en el caso de las autolesiones, la psicosis, el trastorno bipolar, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de estrés postraumático.
Luz diurna brillante…
Estos resultados indican que la simple práctica de evitar la luz por la noche y buscar una luz más brillante durante el día podría ser un medio eficaz y no farmacológico de reducir los problemas graves de salud mental.
El estudio, dirigido por el catedrático Sean Cain, de la Facultad de Ciencias Psicológicas de Monash y el Instituto Turner para el Cerebro y la Salud Mental de Melbourne (Australia), se ha publicado en Nature Mental Health.
«Nuestros hallazgos pueden tener una enorme repercusión social», afirma el profesor Cain.
… y oscuridad por la noche
«Una vez que las personas comprenden que sus pautas de exposición a la luz influyen poderosamente en su salud mental, pueden tomar algunas medidas sencillas para optimizar su bienestar. Se trata de tener luz brillante durante el día y oscuridad por la noche».
Los 86.772 participantes en el estudio procedían del Biobanco del Reino Unido, y se analizó su exposición a la luz, el sueño, la actividad física y la salud mental.
El profesor asociado Cain señaló que el impacto de la exposición a la luz nocturna también era independiente de la demografía, la actividad física, la estación del año y el empleo.
«Y nuestros resultados fueron coherentes cuando se tuvieron en cuenta el trabajo por turnos, el sueño, la vida urbana frente a la rural y la salud cardiometabólica», afirmó.
Sistemas biológicos patas arriba
En la era moderna e industrializada, los seres humanos hemos puesto literalmente patas arriba nuestros sistemas biológicos.
Según el profesor Cain, nuestros cerebros evolucionaron para funcionar mejor con luz brillante durante el día y casi sin luz por la noche.
«Los seres humanos de hoy en día desafían esta biología, ya que pasan alrededor del 90% del día en interiores bajo una iluminación eléctrica que es demasiado tenue durante el día y demasiado brillante por la noche en comparación con los ciclos naturales de luz y oscuridad. Esto confunde a nuestro organismo y nos provoca malestar», afirma.
Cambio climático y comunidades saludables
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