R de Ruido
La difícil tarea de aprender a oír con un implante coclear
Así lo vivió Berta: «Mi cerebro se ha convertido, para bien y para mal,
en una verdadera esponja captadora de ruidos y sonidos”.
En España hay 17.500 personas con implante coclear y 220.000 en Europa. Son 50 los centros que realizan este tipo de implantes en nuestro país.
AG Bell International recuerda que los adultos son el grupo más numeroso de implantados y que necesitan adecuarse a la nueva situación.
Y pone de manifiesto las múltiples quejas recibidas de adultos sobre la rehabilitación auditiva.
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La difícil tarea de aprender a oír con un implante coclear
Entre las quejas, el hecho de que en muchos programas de implantes no se proporcione rehabilitación.
Y que en otros se ofrece un periodo corto e insuficiente de rehabilitación a través de acuerdos con entidades externas. En muchos, son los propios adultos implantados los que tienen que buscar recursos privados.
Rehabilitación inadecuada
Así mismo se reciben consultas en las que las personas implantadas se cuestionan la calidad de la rehabilitación por considerarla inadecuada, no tener en cuenta las situaciones individuales e incluso utilizar materiales infantiles.
La dificultad para contactar con los programadores, concretamente cuando dichos profesionales no forman parte de los equipos de los programas de implantes, y la coordinación son también parte de las quejas recibidas.
Las ventajas de este tipo de implantes son relevantes: favorece su autonomía y recuperar la calidad de vida anterior a perder la audición. Pero hay que tener claro que «nadie entiende con el procesador cuando se conecta por primera vez».
Así lo vivió Berta, implantada en 2018 y 2019
Así lo vivió Berta, implantada en 2018 y 2019: “El proceso tiene una evolución lenta que dura aproximadamente un año: se empieza con la activación en unos parámetros muy bajos para que el cerebro vaya poco a poco registrando los ruidos y sonidos»,
«En el primer mes, se va cambiando de programa cada semana; luego se hace cada mes durante tres meses; después se pasa a cada dos meses y así ya llegas al año, en que se ajustan los últimos niveles de audición. En cada cambio, se va oyendo más y más”.
Aprender a escuchar e identificar los sonidos
Tras la cirugía la rehabilitación. Resulta inevitable tener que aprender a escuchar e identificar de nuevo los sonidos.
«Tuve que aprender cada uno de los sonidos y ruidos que llegaban a mi cerebro a través del procesador. Identificarlos, distinguirlos, memorizarlos».
«Y no es un proceso rápido e inmediato. Lleva su tiempo entre que percibo un ruido, lo identifico, le pongo nombre y lo registro en mi cerebro».
«Esto es lo que ocurre cuando oigo un sonido nuevo por primera vez. Cuando lo vuelvo a oír, ya no paso por ese proceso puesto que el cerebro lo tiene memorizado y archivado. Es lo que llaman la memoria auditiva»
«Todavía hoy, con mis dos implantes puestos tres y dos años después, sigo percibiendo y aprendiendo sonidos nuevos. Y cuando hablo de sonidos, me refiero también al lenguaje”.
El testimonio de Carmen
Experiencia similar a la que está pasando Carmen: “La escucha a través del procesador es muy diferente a la escucha natural que tenía antes».
«En un principio solo oyes sonidos metálicos sin ninguna comprensión. Poco a poco vas comprendiendo las palabras, más tarde las frases cortas y así progresivamente».
«Ahora confío en seguir progresando y que pueda comprender las conversaciones. No obstante, las palabras que son nuevas para mí no las entiendo, al menos de momento”.
En el proceso de aprender a identificar y reconocer las palabras puede el implantado apoyarse en otras personas:
“Conté con el apoyo -relata Carmen, operada hace menos de un año- de las personas de mi entorno, que me grababan familias de palabras sueltas por temas (profesiones, objetos, colores, saludos…) y me leían frases construidas con dichas palabras”.
Identificar ruidos cotidianos
La rehabilitación incluye aprender a discriminar los sonidos, como hizo Berta “escuchando todo tipo de sonidos en cualquier ambiente (casa, calle, restaurante, bar, reunión de amigos, etc.): el timbre de la puerta, la cerradura, la cafetera, el grifo del agua abierto, abriendo y cerrando armarios, los pasos, la radio, la televisión, el semáforo, la moto que pasa muy rápido, la canción del bar, la puerta abriéndose y cerrándose, el movimiento de las sillas, etc.”
Carmen también está aprendiendo a identificar los ruidos cotidianos: las aperturas o cierres de puertas, interruptores de luz, alarmas de electrodomésticos… El proceso de rehabilitación es una continua exploración de sonidos del entorno.
Mantener la serenidad
Y cada cual desarrolla una estrategia personal. Para Carmen, “lo más importante está siendo mantener la serenidad en cada instante».
«En las relaciones interpersonales, procuro tener presente el entorno, evitando ruidos, fijándome en las expresiones de las personas, los ojos, el ceño, los movimientos de manos de mi interlocutor».
«Además, sigo haciendo escucha activa, verificando que he comprendido lo que me han hablado las otras personas. Si la situación lo permite, también expreso que tengo dificultades auditivas y que me lo repita de nuevo”.
Paciencia, mucha paciencia
Hay que reeducarse, con paciencia. Así lo reconoce Berta: “Al principio andaba alerta con todo tipo de ruidos; era estresante, porque me asustaban, pero también me producían curiosidad».
«Ahora lo que siento es asombro, porque oigo muchos ruidos, incluso los que nadie percibe».
«Oigo el roce cuando me pongo un gorro o la capucha del abrigo, cuando apoyo la cabeza en el sillón o en la almohada o simplemente paso la mano por el pelo. Oigo todos los ruidos y algunos me asustan de verdad».
«Mi cerebro, esponja captadora de ruidos y sonidos»
«Mi cerebro se ha convertido, para bien y para mal, en una verdadera esponja captadora de ruidos y sonidos”.
El IC proporciona al implantado una “nueva vida” tras la programación y la rehabilitación, un gratificante (aunque complejo) reencuentro con el lenguaje.
Precisamente por eso, AG Bell International exige profesionales altamente cualificados, buena coordinación interprofesional y rehabilitación de calidad para todas las personas implantadas.