¿Qué es la biodiversidad y por qué está en peligro? Buscamos el significado de este término que estamos acostumbrados a escuchar junto a otros como extinción, declive de especies, contaminación y degradación del hábitat natural.
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¿Qué es la biodiversidad y por qué está en peligro?
En términos sencillos, la biodiversidad se refiere a todos los tipos de vida en la Tierra. El Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) la describe como:
«La diversidad dentro de cada especie y entre las especies, así como de los ecosistemas, incluidas las plantas, los animales, las bacterias y los hongos». Estos tres niveles trabajan juntos para crear la vida en la Tierra, en toda su complejidad.
Mil millones de personas dependen de los bosques para subsistir
La diversidad de especies mantiene el ecosistema global en equilibrio, proporcionando todo lo que los seres humanos necesitamos para sobrevivir: alimentos, agua potable, medicinas y cobijo.
Más de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) mundial depende en gran medida de la naturaleza. Más de mil millones de personas dependen de los bosques para su subsistencia.
La biodiversidad es también nuestra mayor defensa natural contra el cambio climático. Los ecosistemas terrestres y oceánicos actúan como «sumideros de carbono», absorbiendo más de la mitad de todas las emisiones de carbono.
El reto crítico que debemos superar con urgencia es la falta de coordinación entre las organizaciones que tratan de proteger la biodiversidad. Aunar esfuerzos es fundamental para conseguir un mundo en armonía con la naturaleza en 2050.
¿A qué peligros nos enfrentamos?
Los sumideros de carbono naturales terrestres y marinos se están degradando. Dos ejemplos ilustrativos son la desforestación del Amazonas y la desaparición de marismas y manglares que eliminan grandes cantidades de carbono.
La forma en que utilizamos la tierra y el mar es uno de los principales motores de la pérdida de biodiversidad.
Desde 1990, se han perdido unos 420 millones de hectáreas de bosque por conversión a otros usos del suelo. La expansión agrícola sigue siendo el principal motor de deforestación, degradación de los bosques y pérdida de biodiversidad forestal.
Mayor pérdida de vida desde los dinosauros
Otros motores importantes del declive de las especies son la sobrepesca y la introducción de especies exóticas invasoras (entran y se establecen en el medio ambiente fuera de su hábitat natural, provocando el declive o incluso la extinción de especies autóctonas y afectando negativamente a los ecosistemas).
Estas actividades empujan a la extinción a cerca de un millón de especies de plantas y animales.
Van desde el tigre del sur de China, en peligro crítico, y los orangutanes indonesios, hasta animales y plantas supuestamente «comunes», como jirafas y loros. Pasando por robles, cactus y algas marinas. Se trata de la mayor pérdida de vida desde los dinosaurios.
Zonas muertas en el océano, sin apenas vida acuática
Combinada con unos niveles de contaminación disparados, la degradación del hábitat natural y la pérdida de biodiversidad tienen graves repercusiones en comunidades de todo el mundo.
A medida que aumenta la temperatura global, las praderas antes fértiles se convierten en desiertos, y en el océano hay cientos de las llamadas zonas muertas, donde apenas queda vida acuática.
La pérdida de biodiversidad afecta al funcionamiento de un ecosistema, hace que las especies sean menos capaces de responder a los cambios del entorno y las hacen cada vez más vulnerables a las catástrofes naturales.
Si un ecosistema tiene una gran diversidad de organismos, es probable que no todos se vean afectados de la misma manera; si una especie desaparece, otra similar puede ocupar su lugar.
¿Tenemos un plan para salvar la biodiversidad?
Sí, el Marco Mundial para la Biodiversidad, acuerdo histórico impulsado por las Naciones Unidas. Fue adoptado por 196 países para orientar la acción mundial sobre la naturaleza hasta 2030, y se elaboró en reuniones celebradas en Kunming (China) y Montreal (Canadá) en 2022. El objetivo es:
- hacer frente a la pérdida de biodiversidad
- restaurar los ecosistemas
- proteger los derechos de los pueblos indígenas, que sufren de forma desproporcionada la pérdida de diversidad biológica y la degradación medioambiental
- sus vidas, supervivencia, posibilidades de desarrollo, conocimientos, medio ambiente y condiciones de salud se ven amenazados por: degradación medioambiental, actividades industriales a gran escala, residuos tóxicos, conflictos y migraciones forzosas, así como por los cambios en el uso y la cobertura del suelo (deforestación para la agricultura e industrias extractivas).
Detener e invertir la pérdida de naturaleza
Hay medidas concretas para detener e invertir la pérdida de naturaleza. Entre ellas poner bajo protección el 30% del planeta y el 30% de los ecosistemas degradados para 2030 (actualmente están protegidos el 17% de la tierra y alrededor del 8% de las zonas marinas).
El plan también contiene propuestas para aumentar la financiación a los países en desarrollo -uno de los principales puntos de fricción durante las conversaciones- y a los pueblos indígenas.
Los países tienen que elaborar estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad, y fijar o revisar sus objetivos nacionales, para ajustarse a la ambición de los objetivos mundiales.
La Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad se celebrará en Colombia en octubre de 2024. Los delegados debatirán cómo restaurar tierras y mares de forma que se proteja el planeta y se respeten los derechos de las comunidades locales.