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Historias de la radio, consejos y ruido

El ruido más molesto no es el de los aparatos eléctricos, es el que viene de fuera, el ruido que generan aquellos que no conviven en tu casa pero que opinan e intentan, incluso, tomar decisiones aunque su perspectiva sea completamente limitada.
(Carmen G. Campos – La ventaja del caracol)

Hace unos días acudí a comprar una radio, la típica pequeña que pudiera llevar de una habitación a otra sin depender de wifi ni de cables, vamos un transistor de toda la vida.

Compré una que me costó cuarenta euros y cuando llegué a casa me di cuenta que se oía fatal, con interferencias constantes. Volví a la tienda y le dije al dependiente que, por favor, me asesorara porque quería una radio que tuviera buena definición y se escuchara sin interferencias.

Ahí ya me pusieron sobre aviso, “es complicado porque depende de las emisoras, de las antenas, de la cobertura que haya en la casa….” Me llevé una de una marca conocida y del doble de precio.

No vivo en una cueva

A día de hoy me veo haciendo malabares extendiendo la antena y moviéndola de un lado a otro para ver si consigo sintonizar bien las emisoras o poniendo la radio en las distintas estanterías de la casa para evitar las horribles interferencias y a veces lo consigo…

Pero solo por un momento, porque en cuanto suelto la antena o abro un grifo o enciendo una luz… ahí están. No es que sean lo suficientemente sonoras para evitar que pueda escuchar la emisora, pero sí son tan continuas y molestas que termino resignándome y apagando la radio.

Y me pregunto ¿por qué siguen vendiendo estos aparatos si necesitan que los astros se encuentren alineados para que se escuchen en condiciones? De verdad, de verdad que yo no vivo en una cueva, tengo wifi y cobertura de móvil en casa.

El ruido más molesto es el que viene de fuera, el que generan aquellos que no conviven en tu casa pero que opinan e intentan, incluso, tomar decisiones

Electrodomésticos silenciosos

Hay muchos aparatos en la casa, que aunque nos facilitan la vida, emiten ruidos que, a mí personalmente, no me compensa aguantar. Y me sorprende que haya anuncios que vendan como novedad que determinados electrodomésticos sean silenciosos

Primero, porque dada la experiencia lo pongo en duda y, segundo, porque considero que si existe la posibilidad de que no emitan ruido alto y molesto debería ser una condición indispensable para todos ellos.

Y me sorprende que haya anuncios que vendan como novedad que determinados electrodomésticos sean silenciosos.

Pero el ruido más molesto que entra en las casas no es de los aparatos electrónicos, el ruido más molesto es el que viene de fuera, el ruido que generan aquellos que no conviven en tu casa pero que opinan e intentan, incluso, tomar decisiones aunque su perspectiva sea completamente limitada.

¿Consejos pedidos o impuestos?

El otro día compartí en redes sociales una entrevista a Lucia, la pediatra que se titulaba “Lo que hago con mis hijos no es opinable”. Me gustó la rotundidad con la que lo dijo aunque me dio pena pensar que es muy difícil que se lo podamos decir tan claro a los opinadores.

Y pasa con los hijos y con todas las decisiones importantes de la vida.

Si la casa que te has comprado es la adecuada o es pequeña o muy alejada del centro; si no deberías casarte antes de ir a vivir con tu pareja; si se te va a pasar el arroz; si no deberías tener más hijos; si los que tienen se te están subiendo a las barbas y van a hacer lo que quieran contigo….

Da igual el momento vital en el que te encuentres, siempre hay alguien que viene a decirte que no lo estás haciendo bien y te dan las pautas para seguir el ‘camino correcto’.

Da igual el momento vital en el que te encuentres, siempre hay alguien que viene a decirte que no lo estás haciendo bien y te dan las pautas para seguir el ‘camino correcto’

Aunque lo sano es que esas críticas no te afecten, lo cierto es que el ser humano está predispuesto para buscar la aprobación de la gente que nos rodea, sobre todo, si es familiar, amigo cercano o persona de referencia.

Y no es que quiera pecar de soberbia, yo dudo como todo el mundo y muchas veces no sé cómo actuar ante determinadas circunstancias, pero cuando no sé el camino a seguir y dependiendo de lo que sea que me genera incertidumbre, sé a quién acudir a pedir opinión.

Unas veces son unas personas y otras veces otras, por eso agradezco enormemente el consejo pedido y siento absoluto rechazo ante el impuesto.


También puedes leer los artículos de Carmen G. Campos de la serie ‘La ventaja del caracol’ en jupsin.com

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