R de Ruido

Residuo Cero para una gestión sostenible

El 99% de los residuos generados en las instalaciones de Porcelanosa se reciclan y reutilizan en otros procesos industriales

Porcelanosa es una de las primeras multinacionales cerámicas en obtener el certificado Residuo Cero. Te lo contamos en conRderuido.com, portal profesional de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre medioambiente y sostenibilidad.

Otorgado por la certificadora SGS, ese sello corrobora que más del 99% de los residuos generados en sus instalaciones se reciclan y reutilizan en otros procesos industriales acabando así con la eliminación en vertedero.

Un título que confirma su gestión sostenible y el esfuerzo realizado hasta la fecha en la lucha contra el cambio climático.

Un objetivo que persigue a través de su programa Eco Conscious, el Plan de Industrialización Verde de la compañía y que marcará las principales acciones comerciales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados en la Agenda 2030 de la ONU como prioridad.

Residuo Cero para una gestión sostenible

Entre las medidas adoptadas por la compañía para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y fomentar un consumo responsable destacan:

  • Depuración de aguas residuales.
  • Sustitución del alumbrado tradicional por sistemas de iluminación LED.
  • Aprovechamiento del calor residual de hornos para operaciones de secado.
  • Cogeneración. Más del 30% de la energía eléctrica que se utiliza se genera dentro de sus instalaciones.
  • Reutilización y reciclado de residuos industriales para diseñar productos más sostenibles (parquet cerámico Par-Ker®, Ecocycle de Krion®).
  • Renovación de su parque automovilístico por coches eléctricos.

Energía renovable fotovoltaica

Otra de las acciones que quiere impulsar la empresa a medio plazo es la energía renovable fotovoltaica.

Para ello, ya está estudiando la instalación y distribución de placas solares en sus instalaciones centrales, almacenes y oficinas.

«Nuestras ocho firmas buscan soluciones ecológicas que mejoren no solo la vida de la gente, sino también la biodiversidad del planeta. Un equilibrio complejo, pero no imposible, que pasa por orientar los métodos de producción a las necesidades reales de la sociedad».

«Es decir, utilizar lo necesario, minimizar lo sobrante y reutilizarlo para promover así un modelo de economía circular en el que la demanda condicione la oferta y no al revés», aseguran desde la empresa.

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