El tiempo de exposición es tan importante como el nivel del ruido. Casi siempre lo que nos preocupa del ruido es su intensidad pero tan importante como esto es el tiempo al que está expuesto un trabajador a dicho ruido.
En pasados artículos, hemos comentado las medidas encaminadas a reducir el ruido pero también es esencial hablar de cómo podemos reducir el tiempo de exposición de un trabajador a la contaminación acústica.
Es esencial hablar de cómo podemos reducir el tiempo de exposición de un trabajador al ruido
Rotación a otros puestos
Desde luego, lo que en mi opinión da resultados más positivos para el trabajador y para la empresa es la reubicación de trabajadores en otros puestos donde el nivel de ruido sea inferior.
Esta reubicación o rotación del trabajador a otro puesto puede ser durante parte de la jornada diaria o incluso dentro de una semana asignando al trabajador a otro tipo de trabajo en días alternos y durante toda la jornada.
Estas medidas de movilidad funcional son de fácil aplicación. Generalmente, requieren de un plan de formación para que el trabajador aprenda a desarrollar otro trabajo, lo que le da una mayor motivación, una mayor productividad y una menor rutina.
Además, la empresa potencia la polivalencia de los trabajadores y así tiene personas disponibles para desarrollar otros puestos y ante una eventualidad como una ausencia de cualquier tipo siempre se puede contar con otras personas para que el trabajo se lleve adelante.
Las zonas de descanso deben ser silenciosas y para ello todos los trabajadores y los departamentos deben colaborar para asegurarlo
Pausas dentro de la jornada
Otra medida muy eficaz es facilitar pausas o descansos al trabajador para que se ubique en zonas más tranquilas o sin ruido durante su jornada.
El silencio de manera intermitente dentro de una jornada de trabajo ayuda a aliviar los efectos del ruido.
Las zonas de descanso deben ser silenciosas y para ello todos los trabajadores y los departamentos deben colaborar para asegurarlo.
(Foto: Jesús Umbría)