Que somos el segundo país con más ruido del mundo, después de Japón, nadie lo duda. Que por nuestra propia cultura y climatología tendemos a vivir en la calle tampoco. Que la mascletá valenciana, la tamborrada de Donostia o la de Calanda se han convertido en acontecimientos turísticos y de interés cultural con proyección nacional e internacional es un hecho.
Lo cierto es que nos hemos acostumbrado a vivir con muchos decibelios (dB) a nuestro alrededor, pero no somos conscientes del perjuicio que para nuestra salud conlleva. Hoy nos planteamos la gestión del ruido en una ciudad como Madrid. Tráfico, obras, eventos, manifestaciones, y un sinfín de actividades que provocan que los madrileños estén expuestos, constantemente a muchos más de los 65 dB considerados como nocivos.
Cuando una mujer baja las escaleras con un zapato de tacón, genera 58 dB
Si todos tuviéramos un sonógrafo a mano que midiera el sonido que emitimos en nuestras actividades cotidianas nos sorprenderíamos y mucho.
Cuando una mujer baja las escaleras con un zapato de tacón, genera 58 dB. En un patio de colegio, a la hora del recreo, se pueden sobrepasar los 100 dB.
Si tenemos en cuenta que los expertos advierten que, a partir de los 65 dB, el sonido se convierte en ruido; que una exposición continuada a 80 dB perjudica seriamente la salud física y mental; y que estar expuesto a 130 dB produce dolor, nos damos cuenta de que carecemos de una cultura del silencio, no ya solo los adultos, sino los niños, a los que tendríamos que concienciar, al igual que hacemos con la contaminación medioambiental.
¡Ay los de la ciudad!
Los que tenemos la suerte o desgracia de vivir en grandes ciudades, tenemos la sensación de quedarnos sordos cuando vamos al campo y no escuchamos absolutamente nada.
El ruido en una ciudad como Madrid es inevitable, por eso nos hemos puesto en contacto con el Ayuntamiento de Madrid para conocer cuáles son sus planes y sus líneas de actuación en todo lo que respecta a contaminación acústica.
«No, Madrid no es en absoluto una ciudad excesivamente ruidosa» dice Sonia Arranz, subdirectora general de Calidad y Evaluación Ambiental.
Sobre si Madrid es una ciudad excesivamente ruidosa, en comparación con otras grandes ciudades españolas y europeas, Sonia Arranz, subdirectora general de Calidad y Evaluación Ambiental, nos responde:
«No, Madrid no es en absoluto una ciudad excesivamente ruidosa. Si bien en lo que respecta al ruido producido por la actividad de ocio no se pueden realizar comparaciones con otras ciudades españolas o europeas, puesto que ninguna ciudad publica datos relativos a la cartografía acústica correspondiente a este foco y que, sin embargo, sí ha sido cartografiado por el Ayuntamiento de Madrid a iniciativa propia. Sí es posible realizar comparaciones en el caso del ruido producido por las principales infraestructuras de comunicación y por las actividades industriales”.
En el caso particular del Ayuntamiento de Madrid, se han realizado comparaciones en relación con el ruido en la aglomeración, en particular con el ruido del tráfico rodado en la ciudad – el que se refleja en el Mapa Estratégico de Ruido-, que han permitido concluir que Madrid se sitúa en un puesto intermedio en relación con las ciudades analizadas.
Todos estos resultados están disponibles en la web del SICA (Sistema de Información sobre Contaminación Acústica), dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Pioneros en el estudio del ruido
Ya en el año 1969, Madrid aprobó la Ordenanza Municipal sobre Protección del Medio Ambiente contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones, convirtiéndose en la primera norma española que se promulgó, específicamente, para luchar contra la contaminación acústica.
Hoy, el ruido ambiental se encuentra plenamente introducido en nuestra legislación y en las normas de las comunidades autónomas y ordenanzas municipales
Desde entonces, se han promulgado nuevas normativas, sin embargo, hasta los años 90 sólo se ocupaban del ruido producido por industrias, actividades y comportamientos ciudadanos, y excluían el ruido ambiental, que se define como:
«Sonido exterior no deseado o nocivo generado por las actividades humanas, incluido el ruido emitido por los medios de transporte, por el tráfico rodado, ferroviario y aéreo y por emplazamientos de actividades industriales”.
Hoy, el ruido ambiental se encuentra plenamente introducido en nuestra legislación estatal y en las normas de las comunidades autónomas y ordenanzas municipales.
El Ayuntamiento de Madrid establece cinco tipos de áreas acústicas, sobre las que ejerce distintos controles de limitación de ruido:
- Tipo I. Área de silencio para uso de equipamientos sanitarios y bienestar social.
- Tipo II. Área levemente ruidosa para uso residencial, y dotacionales educativo, cultural, religioso y zonas verdes.
- Tipo III. Área tolerablemente ruidosa para uso terciario: hospedaje, oficinas, dotacionales de servicios de administraciones públicas y deportivo, terciario comercial, recreativo y espectáculos.
- Tipo IV. Área ruidosa para uso industrial, dotacional de servicios públicos, infraestructuras y transporte.
- Tipo V. Área especialmente ruidosa, dotacional ferrocarriles y carreteras, transporte aéreo y actuaciones al aire libre.
Sin embargo, la realidad nos muestra que especialmente en la almendra central, considerada como la parte de la ciudad que se encuentra delimitada por la carretera de circunvalación M-30, se dan todos estos tipos de usos, lo que provoca que, en algunos puntos de la ciudad, el nivel de decibelios no baja de los 60 ni siquiera por la noche.
Madrid cuenta con una Red Fija de Control de la Contaminación Acústica con estaciones remotas que captan las condiciones acústicas de su entorno y transmiten los datos a la estación central
Redes fija y móvil de control
Madrid cuenta con una Red Fija de Control de la Contaminación Acústica compuesta por estaciones remotas que captan las condiciones acústicas de su entorno y transmiten los datos a la estación central donde se procesan. Comenzó a funcionar en 1994 con 4 estaciones y hoy cuenta con 31.
Un micrófono omnidireccional anti pájaros, protegido con una pantalla para evitar que capte el ruido del viento, recoge las señales y conecta con un analizador estadístico de ruido que, a través de un módem, envía los datos al servidor central, donde se procesan y se emiten informes diarios, mensuales y anuales, bien por cada estación o en su totalidad.
Toda esta información puede consultarse en el siguiente enlace.
En esta tabla hemos recopilado los datos de contaminación acústica producida el viernes 23 de noviembre de 2017.
La Red Móvil de Control de la Contaminación Acústica dispone de 5 vehículos y varios equipos de medida que se utilizan para la realización de estudios e informes sobre ruido ambiental de diferentes zonas de la ciudad, a petición de los vecinos o por propia iniciativa municipal.
Resulta especialmente útil para actualizar los datos que configuran el Sistema de Actualización Dinámica del Mapa Acústico de Madrid (SADMAM); y para elaborar la cartografía del Ruido de Ocio Nocturno.
Los datos obtenidos por las redes fija y móvil se procesan y se introducen en el programa de cálculo LIMA, que permite obtener mapas acústicos actualizados, tanto de fuentes fijas como el ruido ocasionado por la propia vida de la ciudad que provocan variaciones de la intensidad del ruido en las distintas zonas de la capital.
Los datos obtenidos por las redes fija y móvil se procesan y se introducen en el programa de cálculo LIMA, que permite obtener mapas acústicos actualizados
Toda esta información se gestiona en una oficina central municipal. El Ayuntamiento cuenta, además, con el Centro Municipal de Acústica, ubicado en la antigua Estación Comprobadora de Ruido de Vehículos, en el km., 27,700 de la M-30.
Se inauguró en 1996 y en él se desarrollan diferentes tareas de control del ruido, ensayos y verificación de vehículos, ensayos de potencia acústica y ensayos en campo libre. El Centro cuenta con una cámara anecoica, especialmente diseñada para medir el ruido real en estado puro, sin eco y reverberación; y con aulas donde se organizan actividades profesionales y de divulgación.
Allí nos recibe César Torres, jefe de sección del Centro Municipal de Acústica, y nos explica que “cuando las condiciones climatológicas lo permiten, realizamos hasta treinta y cinco inspecciones diarias de vehículos de todo tipo: los vehículos y maquinaria municipales, porque es nuestra competencia garantizar su nivel de mínima emisión de ruido; y vehículos y motocicletas particulares a los que Policía Municipal detecta que pueden incumplir la normativa. La Policía entrega a los propietarios un boletín de notificación y tienen que pasar la inspección. Si no lo cumplen, se procede a la sanción”.
Los niveles sonoros de Madrid no llegan a provocar problemas auditivos específicos, pero si pueden producir efectos perjudiciales en el sueño y generar enfermedades relacionadas con estrés
La lucha contra el ruido, cinco grandes líneas de acción
Aunque los niveles sonoros de Madrid no llegan a provocar problemas auditivos específicos, si pueden conllevar efectos perjudiciales en el sueño y generar enfermedades relacionadas con estrés.
Por ello, Madrid cuenta, desde hace años, con el PERCA, un plan que, en el año 2004, creó la Brigada Central contra el Ruido, compuesta por policías municipales especializados para atender cualquier conflicto generado por el ruido, a los que en 2008 se unieron técnicos especializados en mediciones acústicas. Se han incrementado las mediciones y se ha establecido una política sancionadora.
Sonia Arranz explica que la actuación municipal madrileña concentra sus acciones en cinco grandes líneas:
Línea 1. Sensibilización y Educación Contra el Ruido. Se incluyen aquellas medidas destinadas a difundir y explicar las repercusiones de la contaminación acústica, así como los efectos del ruido sobre los ciudadanos, incidiendo en el papel que desempeña el comportamiento humano en el ruido.
El Centro Municipal de Acústica imparte sesiones formativas tanto a policías municipales y técnicos, como a escolares, de todas las edades, a los que se les conciencia sobre la necesidad de evitar el ruido, en beneficio de todos.
Línea 2. Movilidad Sostenible. El tráfico rodado es la fuente que más contribuye a los niveles de ruido ambiental de la ciudad. En este sentido, se incluyen importantes medidas destinadas a mejorar las condiciones del tráfico.
Madrid dispone de 1.806.000 m2 de vías con asfalto fonoabsorbente con el fin de reducir tanto el nivel de ruido emitido por la circulación de vehículos, como la reflexión del pavimento.
Se ha restringido el tráfico en determinadas áreas como el Barrio de las Letras, y también se han peatonalizado varias calles de la ciudad, a fin de recuperar el espacio público para los peatones.
Esta medida se ha mostrado como una de las más eficaces, a la vista de la importante mejora de la situación acústica ocurrida en el Distrito de Centro, que es donde mayor número de peatonalizaciones se han acometido. “
El soterramiento de la M-30 ha supuesto la reducción de exposición sonora a más de 60.000 personas.
En algunas calles de Madrid, afirma la subdirectora general de Calidad y Evaluación Ambiental, se ha ampliado la superficie destinada a las aceras, reduciendo la superficie correspondiente a los vehículos en favor de los peatones, lo que permite reducir tanto el número de vehículos en circulación, como su velocidad. Este tipo de medida se puede aplicar como paso intermedio a la peatonalización de una calle, o como solución final en aquellos casos en los que la peatonalización total es inviable”.
El Ayuntamiento de Madrid, desde 2012, también ha aumentado en un 55% el número de vehículos de la EMT respetuosos con el medio ambiente; y de los 182.210 cubos de recogida de residuos, se ha insonorizado un 64%. Otra medida, el soterramiento de la M-30 ha supuesto la reducción de exposición sonora a más de 60.000 personas.
Línea 3. Actuaciones de Control del Ruido Provocado por el Ocio Nocturno. El Ayuntamiento ha cartografiado el ruido producido por el ocio nocturno y, en aquellas zonas en las que los estudios han constatado la superación de los objetivos de calidad reglamentarios, se ha procedido a declararlas como Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE).
Para cada una de estas zonas se ha elaborado un Plan Zonal Específico, en colaboración con los principales actores implicados, que reúne un conjunto de medidas con el objetivo de conseguir la mejora progresiva del medio ambiente acústico. Hasta el momento son zonas ZPAE el Distrito Centro, la Zona Azca-Avenida de Brasil (Distrito de Tetuán), y Gaztambide.
“El Plan Zonal Específico de cada ZPAE contempla medidas para conseguir la mejora progresiva del medio ambiente acústico, como restricciones a la implantación de actividades recreativas, reducción de horarios, limitaciones a la venta y consumo de alcohol y medidas de movilidad”
“El Plan Zonal Específico de cada una de estas ZPAE contempla medidas concretas para conseguir la mejora progresiva del medio ambiente acústico, entre ellas restricciones a la implantación de actividades recreativas, reducción de horarios, limitaciones a la venta y consumo de alcohol y medidas de movilidad”, resalta Sonia Arranz.
Línea 4. Actuaciones sobre el Paisaje Urbano. En esta línea se incluyen aquellas actuaciones destinadas a reducir los niveles de ruido emitidos por los vehículos, actuando a través de la transformación del entorno urbano, con iniciativas como modificar los ejes de calzada, ampliar aceras, o instalar barreras acústicas.
Línea 5. Ordenación del Territorio. Las medidas más eficaces en la lucha contra el ruido son aquellas que se adoptan durante la fase de planificación, puesto que la mejor forma de que no existan conflictos debidos al ruido en el futuro es un planeamiento urbanístico que evite la colindancia de usos acústicamente incompatibles, y que tenga en cuenta las medidas necesarias para alcanzar los objetivos de calidad acústica.
“En enero de 2015 se aprobó la delimitación del Área de Prioridad Residencia de Ópera, con el objetivo de preservar el uso sostenible de las vías de circulación y disminuir los niveles de contaminación acústica y atmosférica, añade Sonia Arranz, quien entre las medidas puestas en marcha destaca la restricción del acceso de los vehículos de los no residentes; el establecimiento de un régimen especifico de carga y descarga sólo para vehículos autorizados y dentro de horarios variables y en función de la tecnología del vehículo utilizado”.
También se han adoptado medidas para reducir los niveles de ruido en las viviendas del Paseo del Marque de Monistrol, próximas a la calle 30, donde se ha limitado la velocidad de circulación de 90 km/h a 70 km/h y se ha instalado asfaltado acústico en el tramo de la calle 30.
¿Cómo actúa el Ayuntamiento ante el ruido en locales o provocado por los vecinos?
Sonia Arranz explica que “las acciones emprendidas por el Ayuntamiento para el control del ruido producido por las actividades tienen un doble objetivo: sancionar los incumplimientos de la normativa en materia de ruidos, en este caso la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT); y corregir las deficiencias, exigiendo al titular la adopción de medidas correctoras. Tanto las disposiciones generales del régimen sancionador, en lo referente a las infracciones, cuantía de las sanciones y plazos de prescripción, como el procedimiento corrector se encuentran regulados en la OPCAT”.
El inicio de un expediente corrector o sancionador requiere, en ambos casos, la constatación de incumplimientos o de deficiencias por parte de la Policía o de inspectores ambientales. La visita de inspección puede tener su origen en una reclamación vecinal o en una campaña municipal; puede ser una inspección de oficio; o una inspección preceptiva, previa a la licencia de funcionamiento, en aquellas actividades que así lo requieran.
“Cuando se trata de comportamientos en la vía pública, fuentes sonoras de carácter doméstico o relaciones vecinales, la actuación de control se realiza siempre por la Policía Municipal«
“Cuando se trata de comportamientos en la vía pública, fuentes sonoras de carácter doméstico o relaciones vecinales, la actuación de control se realiza siempre por la Policía Municipal. La visita de inspección dará lugar a un boletín de denuncia y, en su caso, a la correspondiente sanción”, afirma la subdirectora general de Calidad y Evaluación Ambiental.
En el caso concreto de las actividades de ocio, “el Ayuntamiento de Madrid es consciente del importante problema de convivencia que suponen y de la necesidad de conjugar los derechos de quienes desean disfrutar de su tiempo de ocio, con el derecho de otras muchas personas al descanso y a la tranquilidad en su propio domicilio».
«Por esta razón, y a pesar de que ni la Directiva Europea sobre Evaluación y Gestión del Ruido Ambiental, ni la Ley del Ruido y su desarrollo reglamentario lo exigen, el Ayuntamiento de Madrid procedió a su cartografiado y al establecimiento de medidas concretas para reducir la molestia ocasionada por este tipo de actividades” manifiesta Sonia Arranz.
“Entre las medidas puestas en marcha, cabe destacar la intensificación de la labor de inspección y control de actividades, por parte de los servicios técnicos de este Área de Gobierno; y la realización de actividades de control mediante los equipos de inspección conjuntos, formados por policías municipales y técnicos de medioambiente. Estas patrullas tienen como principal objetivo responder con una mayor celeridad a las demandas vecinales que se producen por motivos acústicos durante las noches de los jueves, viernes y sábados, que es el periodo más conflictivo para las actividades de ocio nocturno”.
A estas acciones referidas por Sonia Arranz se incluyen los planes zonales de aquellas zonas declaradas como ZPAE de medidas dirigidas a reducir los niveles sonoros generados por las actividades de ocio nocturno, entre ellas restricciones a su implantación o limitación de horarios.
¿Qué hacemos ante un caso de ruido constante en Madrid?
El Ayuntamiento canaliza la gestión de denuncias por ruido a través de las siguientes vías:
- Por escrito, a través de cualquier registro oficial.
- Por Internet, mediante el servicio de Sugerencias y Reclamaciones al que se puede acceder a través de la página municipal madrid.es, en la pestaña de Trámites.
- Por teléfono, a través del número de atención ciudadana 010, o del teléfono de emergencias de la Policía Municipal.
Estas denuncias se remiten a la Policía Municipal o al Servicio de Inspección del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad que, una vez las reciben, proceden a la realización de una inspección con el fin de realizar las comprobaciones y mediciones acústicas oportunas.
«La ordenación urbanística, en la que se evita las colindancias de los usos acústicamente incompatibles, es una de las mejores medidas que se pueden adoptar para evitar futuros problemas de ruido
Estas son las acciones puestas en marcha por el Consistorio de la capital, si bien “somos conscientes de que las medidas de carácter preventivo son las más eficaces. Por ello cabe destacar la exigencia del Ayuntamiento de Madrid de que se considere el factor acústico en la fase de planeamiento de los nuevos desarrollos y actuaciones que se presenten en la Ciudad».
Y añade: «La ordenación urbanística, en la que se evita las colindancias de los usos acústicamente incompatibles, es una de las mejores medidas que se pueden adoptar para evitar futuros problemas de ruido».
«Además, en las revisiones de los planes urbanísticos de los nuevos desarrollos, se presta especial atención a que los niveles acústicos previstos en las zonas verdes, correspondan con los exigidos en la legislación sectorial para las mismas, de manera que esas zonas sean finalmente para el disfrute y esparcimiento de los vecinos y no como zonas de transición sin aprovechamiento”, concluye Sonia Arranz.
Como principal objetivo a futuro, el Ayuntamiento de Madrid se propone alcanzar la Declaración del Área Central Cero Emisiones. Mientras tanto, todos podemos contribuir reduciendo el uso nuestros vehículos propios utilizando el transporte público, y sobre todo siendo conscientes de que el ruido que generamos en las calles, en nuestras casas, en todas las actividades que se llevan a cabo dentro de la ciudad, contribuyen a empeorar la calidad ambiental y por lo tanto de vida de todos los que habitamos en ella.