No hay nada mejor para alejarnos del mundanal ruido que una escapada a la naturaleza.
En pleno campo, mientras disfrutamos de un picnic, podemos sentirnos a salvo de bocinazos, aviones supersónicos, trenes de cercanías, vecinos ruidosos…
El peligro del ruido es que acabamos por normalizarlo. Nos acostumbramos a sufrirlo y considerarlo como algo normal, cuando no es así.
Te lo dibujamos en conRderuido.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre ruido, salud y convivencia.
La naturaleza del ruido
El ruido se convierte, así, con demasiada frecuencia, en contaminación acústica. El perjuicio es claro para nuestra salud. Se resiente nuestra audición, pero también aumenta el estrés y la ansiedad.
Y también está demostrado que puede producir problemas cardiovasculares y otros. Por no incidir en los problemas de convivencia que el ruido genera.
Ya hemos insistido en que hay que defenderse del ruido, reclamar. Y, si es preciso, mediante un abogado especializado y comprometido, acudir a los Tribunales para salvaguardar nuestros derechos fundamentales, atacados por este tipo de contaminación.
El ruido de la naturaleza
Llega el buen tiempo… y después del largo confinamiento, podemos empezar a pensar en un agradable día de campo, en contacto con la naturaleza.
Podemos disfrutar del ruido de la naturaleza, como los protagonistas de nuestra viñeta, pero cuidado, no vaya a ser que por librarnos del ruido, nos metamos en la cueva del lobo.
