Las Directivas Europeas y su trasposición a la Ley del Ruido, 37/2003, pretende establecer unos procedimientos uniformes de gestión de la contaminación acústica a través de los Mapas Estratégicos del Ruido.
Mediante los Mapas Estratégicos de Ruido se cartografía el estado de la contaminación acústica en las grandes ciudades para minorar los efectos nocivos en la población
Mediante los Mapas Estratégicos de Ruido se cartografía el estado de la contaminación acústica en las grandes ciudades para minorar los efectos nocivos en la población causados por las principales fuentes sonoras: aeropuertos, ferrocarriles, tráfico rodado, e industrias.
Mapas Estratégicos del Ruido
Los Mapas Estratégicos del Ruido son instrumentos para evaluar la exposición al ruido global en una determinada zona urbana, y tienen como objetivo la evaluación global de la exposición acústica por zonas, predecir y prevenir el desarrollo de la contaminación acústica, y ejecutar planes de acción y medidas correctoras para mejor calidad de vida de la población.
Así, la gestión del ruido tiene un claro componente territorial. Los Mapas del Ruido establecen las áreas según el uso predominante del suelo y sus objetivos de calidad acústica y tienen en cuenta el nivel de emisión acústica tolerable según su naturaleza: residencial, industrial, ocio, hospitalario, educativo, zonas verdes… Todo esto debe trasladarse a los lo Planes de Ordenación Urbana para su desarrollo.
Sin embargo, en los Mapas Estratégicos de Ruido no se incluyen soluciones a problemas particulares de los ciudadanos como son los ruidos que ocasionan el ocio nocturno y las actividades de hostelería, que afectan directamente a tanta población y cuyo control se encomienda a las Ordenanzas Municipales mediante instrumentos de control, inspección y sanción de los agentes y actividades contaminantes.
La importancia de los Planes de Urbanismo
Los Mapas Estratégicos de Ruido se completan con los Planes de Ordenación Urbana de los municipios y ambos constituyen los cimientos sobre los que ha de construirse el entorno medioambiental de nuestras ciudades del futuro, cada vez más densamente pobladas, industrializadas y complejas.
La planificación urbana junto con las adecuadas condiciones de la edificación son esenciales para hacer de nuestras urbes lugares más saludables para el futuro
En los Planes de Urbanismo, la acción más directa contra la contaminación acústica deber dirigirse a la reducción en la propia fuente de ruido. En este sentido, la mayoría de los países desarrollados disponen de regulaciones sobre los niveles sonoros máximos de emisión de las fuentes potencialmente contaminantes: aviones, vehículos pesados, obras públicas, coches y motocicletas, electrodomésticos y maquinaria de todo tipo.
La planificación urbana junto con las adecuadas condiciones de la edificación son esenciales para hacer de nuestras urbes lugares más saludables para el futuro. Una correcta planificación urbanística requiere una adecuada previsión y control del ruido que generan las actividades que dan vida a las ciudades: transporte, obras públicas y construcción, ocio al aire libre, saneamiento y basuras.
Una política eficaz de la gestión del ruido ambiental en las zonas urbanas exige antes que nada evaluar los problemas existentes de las principales fuentes contaminantes para poder ofrecer las soluciones adecuadas.
Recuperación el silencio en las ciudades
La recuperación de la calidad de vida en nuestras ciudades pasa, sobre todo, por una inequívoca voluntad social y política de limitar el uso del coche, planificando la regulación del tráfico en sus días principales, y potenciando alternativas con medios de transporte colectivos, así como el desarrollo de espacios libres de ruidos como zonas verdes, zonas de especial protección acústica para evitar la saturación de locales de ocio y restauración, y la recuperación de las calles para el peatón.
Cada vez es más urgente la potenciación de la planificación urbanística previendo la distribución de los usos del suelo, el trazado de las rutas del tráfico, la combinación de las zonas verdes y asfalto, el incremento de zonas peatonales y de espacios donde se combine el ocio, cultura y deporte. Es importante prestar especial atención a la limitación de la densidad de la edificación en los nuevos barrios para facilitar la convivencia pacífica y la calidad ambiental de la vida cotidiana de los ciudadanos.
También es esencial para gozar de ciudades más habitables y ecológicas que las administraciones públicas sean conscientes que el problema de la contaminación acústica debe ser considerado en la planificación y diseño del crecimiento de las ciudades al mismo nivel que otro tipo de factores que ya considera el urbanismo tales como seguridad, salud, estética y economía.
Regulación de la construcción de nuevos edificios
Junto con los Mapas del Ruido y la Planificación Urbana hay que tener en cuenta la regulación de la construcción de nuevos edificios, a través del Código Técnico de la Edificación.
Normalmente, los terrenos son más baratos cuanto más cerca están de las zonas ruidosas como autopistas, aeropuertos, ferrocarriles, pues la calidad acústica del lugar donde se va construir un edificio representa una de las variables fundamentales del coste final de la operación urbanística.
El bajo precio del suelo habrá de compensarse con una mejora de las condiciones del aislamiento acústico y del empleo de los materiales de construcción de los edificios
Por eso, el bajo precio del suelo habrá de compensarse con una mejora de las condiciones del aislamiento acústico y del empleo de los materiales de construcción de los edificios, ya que resulta mucho más económico la implantación de medidas de prevención acústica desde el proyecto que su posterior corrección en una obra ya concluida.
Los estudios sobre construcción estiman que adaptar un edificio a nuevos aislamientos acústicos una vez ya finalizada la construcción necesita inversiones cuyo coste puede superar hasta 10 veces el de esos mismos trabajos si se hubiera realizado desde el inicio del proyecto.
Es muy importante sensibilizar a la administración y a los profesionales de la construcción que al igual que se invierte en estudios previos de seguridad o energía debería hacerse al mismo nivel con la calidad acústica en el interior de las viviendas. Al fin y al cabo, el silencio es uno de los factores determinantes para la habitabilidad y el confort.
Pequeñas inversiones y grandes resultados
Y sobre todo hay que destacar que la protección acústica se puede mejorar haciendo pequeñas inversiones durante la construcción con la instalación de los materiales absorbentes y aislantes adecuados.
La protección acústica se puede mejorar haciendo pequeñas inversiones durante la construcción con la instalación de los materiales absorbentes y aislantes adecuados
Se ha analizado que en la construcción de un edificio el coste previo de un estudio aislamiento acústico estaría en torno al 1% del total del proyecto. Por el contrario, de no hacerlo llevaría a generar unas condiciones acústicas inadecuadas para las viviendas y dotarlo posteriormente de las condiciones acústicas óptimas implicaría un coste notablemente más elevado.
En consecuencia los Mapas Estratégicos de Ruido junto con los Planes de Ordenación Urbana constituyen la primera herramienta jurídica para gestionar la contaminación acústica de las grandes infraestructuras, pero no serán suficientemente eficaces si no se complementan con el control del ruido doméstico producido por particulares y las actividades públicas y negocios de las ciudades, mediante las Ordenanzas Municipales y la Legislación sobre Edificación.
De esta forma, con la combinación de todos estos instrumentos legales, ganaremos el silencio para nuestras vidas urbanitas.