¡¡Con tanto silencio no te escucho!!
«Y es verdad, estamos tan acostumbrados a comunicarnos envueltos en ruido que, cuando vamos a un lugar silencioso nos cuesta concentrarnos y estamos como fuera de lugar», comenta Ángel Idígoras.
«Hemos llegado al punto -añade Pachi Idígoras– en el que el exceso de silencio parece perjudicial… Es absurdo, ¿no? pero, al paso que vamos, todo llegará.
«… este pensamiento fue el que nos dio la chispa para la viñeta…» -interrumpe Ángel a su hermano-.
«Esperamos que os guste y que os haga pensar en qué se está convirtiendo nuestro mundo», concluye Pachi muy ‘serio’.