ENTREVISTA / Dr. Eleuterio Cánovas, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari Sagrat Cor, Quirónsalud
“El oído es el gran desconocido, pero la investigación nos va a dar grandes alegrías”
El doctor Eleuterio Cánovas lo ha ‘visto y ‘oído’ todo en su especialidad. O casi todo, “porque aún queda mucho por investigar”, comenta. En la entrevista para conRderuido.com afirma: “El oído es el gran desconocido, pero los avances en bioacústica y genética, y la utilización de células madre en la rehabilitación auditiva nos van a dar grandes alegrías”.
Para este veterano médico especialista, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari Sagrat Cor, Quirónsalud, “el ruido altera nuestra salud, el ruido es perjudicial”. Y añade, “hay que concienciar sobre el significado del ruido desde la escuela”.
R’ ¿Doctor, valoramos más en general el sentido de la vista que el sentido del oído?
ES. Se valora mucho más el sentido de la vista que el del oído, porque la percepción visual es más incapacitante que la percepción auditiva. También tenemos que tener en cuenta los factores psicológicos que implican la perdida de la visión. Además, hoy en día existen mecanismos e implantes (cocleares) que pueden corregir la pérdida auditiva, pero con una ceguera completa no existe medio alguno que te proporcione visión.
Se valora mucho más el sentido de la vista que el del oído, porque la percepción visual es más incapacitante que la percepción auditiva
R’ ¿Qué es lo que más desconocemos del sentido del oído y qué deberíamos saber?
ES. Lo que más nos preocupa a los especialistas son los acúfenos, esos ruidos en el oído que son los grandes desconocidos a nivel profesional. Hay muchas publicaciones sobre múltiples tratamientos, que sabemos que muchas veces no dan resultado.
Poder descubrir soluciones para los acúfenos es un reto de presente y de futuro para los otorrinolaringólogos.
En el ámbito social, el ruido es un problema cada vez más agobiante. Los jóvenes debe conocer el riesgo que corren con los auriculares, espectáculos a gran volumen, los cines… Los jóvenes no saben que el ruido puede dar lugar a patologías de audición que hoy por hoy son irreversibles.
Aproximadamente, cada célula ciliada tiene unas 20 sinapsis con una terminación coclear. En la interrupción de esta conexión entra las células ciliadas y la terminación del nervio coclear es donde está la causa de la hipoacusia por el traumatismo sonoro y no en la destrucción de las células ciliadas como se creía antes.
Y estas sinapsis serían también las causantes de los acúfenos. Esto abre un camino que nos podría llevar a recuperar la audición producida por los traumatismos sonoros. Pero de momento, está en fase de investigación, como en la universidad de Harvard, donde ya se está experimentado con cobayas y ratones.
El oído es un órgano del cuerpo cuyas patologías deben ser tratadas si tienen una solución
R’ ¿El oído, como órgano del cuerpo humano, es pequeño pero peleón?
ES. Sin duda, es pequeño, pero matón. El oído, a nivel de la cirugía, exige una serie de medios para poder acceder a él. Es una cosa pequeña, microscópica. Hoy en día necesitamos los microscopios para poder llevar a cabo la cirugía del oído.
A veces te encuentras con enfermos que te dicen, ‘yo oigo por un oído y no tengo necesidad de operarme del otro’. Y luego por circunstancias imprevisibles, pierden la audición del oído sano, que le va a impedir relacionarse con su entorno. El oído, hoy día, es un órgano del cuerpo cuyas patologías deben ser tratadas si tienen una solución.
R’ ¿Nos falta entonces cultura de prevención?
ES. Ya está empezando a darse una concienciación social sobre la importancia que tiene la prevención de la hipoacusia o pérdida de audición. Los cuidados que se tienen con los neonatos también se están empezando a tener con los adultos, que empiezan a comprender la importancia que tiene la prevención de la hipoacusia.
Hoy, vemos la importancia que en los medios de comunicación se está dando al ruido, al traumatismo sonoro crónico. La exposición al ruido en las grandes ciudades está alcanzando niveles por encima de los 70 o 75 dB que provocan un daño en cuanto a la relación entre las personas, estrés, falta de descanso por las noches, alteraciones de la tensión arterial, patologías de tipo vascular.
Las cosas se tienen que oír a un tono que no sea perjudicial para la salud. No por oír más fuerte se entiende mejor
La Sociedad empieza a ser consciente de la importancia de prevenir la hipoacusia y conservar, por lo tanto, la audición; y comprender el alcance del ruido en el entorno social (las ambulancias, las motos, la música en los auriculares…) que creará enfermos con patologías del oído y futuros pacientes del otorrinolaringólogo.
Hay que tener conciencia auditiva, las cosas se tienen que oír a un volumen que no sea perjudicial para la salud. No por oír más fuerte se entiende mejor.
Y debe haber cada vez más conciencia para educar a los niños en las escuelas hacia lo que significa el ruido, sobre todo en el ámbito social. No es lo mismo vivir en una gran ciudad que en un pueblo, donde, como se suele decir, el silencio se oye.