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El ruido en las oficinas, también nocivo

Los estudios realizados demuestran que al menos la cuarta parte de la población trabajadora está expuesta a los efectos nocivos del ruido. Todo lugar de trabajo administrativo es susceptible de tener ruidos excesivos que se deben prever, controlar y combatir.

El ruido es uno de los riesgos más frecuentes a que están expuestos los trabajadores/as, y sin embargo es de los menos temidos. Ya los dijimos en el anterior post. Los estudios realizados demuestran que al menos la cuarta parte de la población trabajadora está expuesta a los efectos nocivos del ruido.

Me voy a centrar en este post para conRderuido.com en los ambientes de trabajo administrativo por ser quizás los menos concienciados y por lo tanto donde se ponen en marcha menos medidas para solucionar los casos de ruido excesivo.

Todo lugar de trabajo administrativo es susceptible de tener ruidos excesivos que se deben prever, controlar y combatir.

Prevención y corrección de las fuentes generadoras de ruido

Ante todo las empresas deben poner en marcha un programa de mantenimiento preventivo y correctivo de todas las fuentes generadoras de ruido, puesto que el nivel de ruido emitido por éstas depende en gran medida de su mantenimiento.

Pero no sólo se trata de mantenimiento de maquinaria, en muchas ocasiones teléfonos sonando, murmullos de conversación, el ruido del teclado, la fotocopiadora, las risas de los compañeros en una reunión cercana, el pitido del email que informa que acaba de entrar un correo al compañero, un móvil que no se ha silenciado. Muchos trabajadores viven esta situación día a día en la oficina.

El ruido no es la principal dolencia laboral, pero sí una de las principales causas de distracción y estrés entre los empleados.

Todo lugar de trabajo administrativo es susceptible de tener ruidos excesivos que se deben prever, controlar y combatir

Es fácil concluir que reduciendo los ruidos en la oficina, se aumenta la concentración de los trabajadores de manera sustancial.

Lo cierto es que el problema se ha agravado en los últimos años, con la proliferación de las tecnologías móviles y las nuevas formas de trabajo que han cambiado la configuración de los centros de trabajo, haciéndolos más diáfanos, sin despachos para así facilitar la comunicación.

Además se puede establecer una vinculación directa entre el nivel de ruido y la percepción de malestar. Según los estudios publicados la cuarta parte de los trabajadores asegura estar sometidos a un ruido molesto.

Se distingue entre el ruido que supera los 80 decibelios, considerados nocivos y que son sancionados por la legislación, y otros que no superan ese volumen y que en una oficina se generan alrededor de los teléfonos, impresoras y conversaciones, entre otros. Las consecuencias del ruido son siempre estrés, falta de concentración, trastornos digestivos, sensación de cansancio y problemas de comportamiento.

El ruido en las oficinas no es sencillo de gestionar

Abordar el control del ruido en las oficinas no es sencillo, en la medida en que la fuente son las personas. Una charla normal genera un nivel de ruido cercano a los 50 decibelios, mientras que los gritos llegan a los 70. Y los espacios diáfanos, tan acordes a las últimas tendencias, dan lugar a un ambiente mucho más ruidoso.

La fuente de sonido más habitual, la conversación, puede tratarse con la instalación de pantallas o paneles del orden de un metro y medio de altura. En los recintos vacíos de suelos, techos y paredes duras (reflectantes) el ruido retumba de forma muy molesta y tarda mucho en amortiguarse porque rebota una y otra vez. Una disposición adecuada del mobiliario puede mejorar el comportamiento acústico del espacio. Sillas con tapizado blando, carteles en las paredes, techos huecos, suelos enmoquetados y cortinas tapizadas son las mejores soluciones para la absorción del ruido.

Pero desde luego la concienciación de los trabajadores es fundamental informando que las conversaciones deben llevarse a cabo en un tono bajo, siempre que estén cerca otros trabajadores, los móviles y teléfonos fijos se debe silenciar o disminuir su volumen al mínimo.

Incluso en las zonas de descanso, si están cerca de los puestos de trabajo, debe advertirse de la necesidad de mantener conversaciones en tono bajo y sin molestar al resto de trabajadores que están en sus puestos de trabajo.

Director de Recursos Humanos en empresas como Famosa, Chemo, Saint-Gobain, Hilti, Valeo. Amplia experiencia en el diseño, desarrollo e implementación de políticas de RR.HH. en el entorno de empresas multinacionales con centros de trabajo en diversos lugares del mundo. Conocedor de diversas culturas empresariales, con negocios en muy distintas etapas de desarrollo y experiencia por tanto en el diseño e implementación de filosofías, políticas, técnicas y medidas adaptadas a las necesidades del momento del negocio. Mi objetivo: sumar y potenciar talento, alinear personas y necesidades de negocio. Comprometido con el bienestar de los profesionales, de las personas.

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