En la música que escuchamos en la radio, en los dibujos animados que ve tu hijo, en el anuncio de la tele…
Da igual el origen, pero lo cierto es que a todos nos ha pasado ese terrible momento en el que te das cuenta que llevas tarareando la misma canción todo el día y no puedes quitártela de la cabeza.
En bucle, otra y otra vez e incluso despertarte en mitad de la noche y darte cuenta del ruido que hay en tu cabeza con esa canción insistente que en algún momento has oído y que te persigue insistentemente. Este escenario neurológico tiene un nombre bastante descriptivo, “el gusano musical”.
Hay gente a la que no le gusta la música, ni hacerla ni escucharla
La psicóloga musical, Vicky Williamson, estudió este fenómeno y sobre todo cuáles eran sus disparadores.
En un primer momento, evidentemente, el factor desencadenante es la exposición a una determinada canción.
Pero su parasitaria presencia en nuestra cabeza suele deberse a la repetición, aunque no necesariamente. A veces, escuchar una sola vez una música es suficiente para que se produzca este gusano musical.
La música en la mente humana
Esta psicóloga afirma, además, que aunque hayamos conseguido quitarnos esa canción recurrente, a veces cualquier objeto puede ser recuerdo que nos lleve mentalmente a esa música desencadenando de nuevo este incómodo fenómeno por la memoria involuntaria que tenemos los seres humanos.
Williamson estudió cómo se codifica la música en la mente humana y llegó a la conclusión de que existen tantas maneras como individuos por un importante factor emocional.
Aunque no es muy común, hay gente a la que no le gusta la música, ni hacerla ni escucharla, (quizás ellos estén liberados del “gusano”) mientras que otras personas tienen una banda sonora para cada momento de su vida y las canciones son capaces de evocar recuerdos de cada uno de ellos.
El hipo y el runrún
Se han intentado buscar remedios para que cuando el gusano musical nos ataque podamos deshacernos de esa canción obsesiva aunque no se ha dado con el método definitivo, igual que con el hipo ideas hay muchas pero soluciones universales no existen o al menos no demostradas científica o empíricamente.
… una preocupación, que no suele ser de vital importancia se hace fuerte en tu cabeza sin dejarte pensar con claridad
Y me pregunto qué nombre tendría eso que comúnmente se conoce como el runrún. Cuando una preocupación, que no suele ser de vital importancia se hace fuerte en tu cabeza sin dejarte pensar con claridad.
A veces ese runrún es sobre situaciones futuras a las que debes enfrentarte y las imaginas una y otra vez en tu cabeza y lo normal es que cuando se hacen realidad dista mucho de aquello que pensaste que sería.
Este gusano runrunero se hace más fuerte cuando hay alguna emoción negativa de por medio, cuando te has enfadado con alguien y tienes que enfrentarte en algún momento a decirle a esa persona lo que te ha parecido mal.
Entonces, vas retroalimentando con esos pensamientos tu enfado y llenándote de razones que justifican tus sentimiento.
Por suerte, creo que esto sí tiene solución y que los psicólogos tienen herramientas para frenar esos pensamientos cuando se convierten en obsesivos y afectan a la calidad de vida del runrunero que debe ser capaz de reconocer su obstinación
