Planeando en dirección futuro – Laura Quiun – Comunicadora Social, Doctora en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, Coach Ejecutiva y Associate Member del International Society for Coaching Psychology.
A lo largo de este tiempo he ido compartiendo contigo distintas reflexiones referidas a las creencias, estereotipos, juicios y cualquier otro elemento que se cruza por nuestra mente y actúa como un elemento que genera distorsión entre tu y la realidad.
Del mismo modo que existen determinadas creencias que nos limitan, existen otras que nos potencian
Lo cierto es que, del mismo modo que existen determinadas creencias que nos limitan, existen otras que nos potencian y nos permiten acercarnos a aquello que nos propongamos.
Es por ello que este mes de cierre y en el que muchas personas se dan ese espacio para pensar en propósitos y objetivos para el año que viene, me gustaría invitarte a que lo hicieras añadiendo algo más.
Junto a cada propósito te propongo escribir aquellas cosas que alguna vez has hecho y las cuales te han dado sabiduría y conocimiento, aquellas cosas que te permiten saber ahora que si pudiste entonces… esta vez también podrás.
¿Te vas dando cuenta cómo estas ideas, creencias, pensamientos, influyen en tu vida?
No solo aquellas que te generan malestar y te alejan de personas y de espacios que a la larga podrían resultar más satisfactorios para ti en realidad; también aquellas otras que basadas en tu propia experiencia te indican de forma fidedigna, que si pudiste entonces; esta vez también podrás.
Junto a cada propósito te propongo escribir aquellas cosas que alguna vez has hecho y las cuales te han dado sabiduría y conocimiento, aquellas cosas que te permiten saber ahora que si pudiste entonces… esta vez también podrás – Fotos: DPNB
Regulación emocional
Esto es lo que pasa con las ideas, pensamientos y creencias, ¿y tus emociones?
En este caso, posiblemente por una tendencia mediática, llamémosla moda, resulte más popular en la actualidad el explicar o expresar nuestras metas en términos de un optimismo mal entendido; dejando de lado otras emociones que también suman, como son la rabia, la culpa, la tristeza, y el miedo.
No se trata de dejarte llevar por las emociones y terminar en un lodazal emocional, sino poder escuchar aquello que te dicen
Dichas emociones, si escuchas en vez de dejarte arrastrar, te facilitarán una información valiosa que aunque no lo creas también contribuirá a tu bienestar.
No se trata de dejarte llevar por ellas y terminar en un lodazal emocional, sino poder escuchar aquello que te dicen, las necesidades detrás y con ello encaminarte a un lugar que resulte más productivo para ti y en equilibrio con tus valores personales. Hablo de regulación emocional.
El riesgo de acercarnos a la realidad en términos de una alegría impuesta y los de un positivismo que enmascara nuestra mayores miserias, lejos de acercarnos a un espacio de bienestar nos conducirá a un espacio de desconexión emocional.
La vivencia de la realidad a partir de la conexión emocional y a partir de un uso inteligente de ellas nos acercará a una aceptación plena de nosotros. A una toma de contacto distinta con el presente, una más ajustada a la realidad y a nuestras capacidades. Lo cual nos permitirá planear en pos del futuro y trabajar en pos de esas metas de manera distinta, de una forma más ajustada a nuestras capacidades, necesidades y en equilibrio con cada una de ellas.
El riesgo de acercarnos a la realidad en términos de una alegría impuesta y los de un positivismo que enmascara nuestra mayores miserias, lejos de acercarnos a un espacio de bienestar nos conducirá a un espacio de desconexión emocional – Fotos: DPNB
