¿Cómo evito el ‘caos’ a la hora de que los peques se vayan a la cama? El momento de irse a dormir puede convertirse en un ‘drama’ en casa con noches en vela, rabietas, castigos, enfados, etc.
Pero ¿cómo se puede mejorar esta situación? Te lo contamos en conRderuido.com, el portal profesional exclusivo de IPDGgrupo.com con información para decidir sobre ruido, salud y convivencia.
¿Cómo evito el ‘caos’ a la hora de que los peques se vayan a la cama?
El descanso es muy importante para los niños hasta el punto de influir en el rendimiento escolar si no duermen entre 8 y 9 horas diarias, dependiendo de su edad.
La doctora María José Gil Domínguez, pediatra del Hospital Quirónsalud Huelva, señala que «un niño que duerme mal en cantidad o calidad puede ver muy perjudicada su actividad diurna».
Para mejorar el sueño infantil y crear un hábito, podemos incorporar una serie de medidas antes de llevarlos a la cama, haciendo que identifiquen ese momento de dormir con una situación más agradable.
Eso sí, es importante ser constantes para transformarlo en un hábito.
La importancia de establecer horarios para dormir
Fijando unos horarios para acostarse y para levantarse, se contribuye a crear un hábito desde la infancia.
Por eso, entre las rutinas diarias no puede faltar la enfocada a favorecer el sueño, indicando la hora de ir a la cama y reservando un tiempo previo para actividades que faciliten el descanso.
Otro beneficio de establecer horarios para el descanso es que así se refuerza el ritmo circadiano de los niños, lo que ayuda a que duerman por la noche y permanezcan despiertos durante el día.
Esto implica ser constantes en la tarea de levantar a nuestros hijos cada día a la misma hora, incluyendo las noches en las que no han dormido lo suficiente, con el objetivo de afianzar estos horarios de descanso.
Acerca de esto, la doctora Gil recalca la importancia de establecer una rutina y horarios en los niños, «que tienen un ‘reloj’ generalmente bien programado».
¿Y los fines de semana? Sí, también se deben cumplir los horarios del descanso.
La doctora Irene Rubio Bollinger, responsable de la Unidad del Sueño y especialista en Neurofisiología Clínica del Hospital Quirónsalud Sur, añade que «no debemos variar estos horarios más allá de una hora de un día a otro».
Rituales que propician el descanso en los niños
Antes de ir a dormir, ¡comenzamos la rutina del descanso! Esto consiste en acordar con nuestros hijos algunos rituales que les ayudan a prepararse para dormir.
Por ejemplo, podemos realizar en orden lo siguiente:
- cepillarse los dientes
- ponerse el pijama
- leer un cuento o escuchar una canción
- y, finalmente, apagar la luz
Una ducha caliente antes de acostarse
«Lo haremos siempre en el mismo orden para que la secuencia permita al niño estar tranquilo al saber qué cosas integran el irse a dormir, en qué orden, y repetirlo cada día hasta que sea un hábito», recomienda la doctora Rubio.
Otro truco para relajar a los niños es darles una ducha caliente, tal como explica la doctora:
«Una ducha caliente antes de acostarse permite que la temperatura de la piel aumente, y ayudamos a que la temperatura central disminuya, lo que promueve que estén más relajados y somnolientos».
Cómo debe ser el dormitorio de los niños
Sin las condiciones adecuadas, el dormitorio puede interferir en el sueño de los peques. Por eso, las doctoras señalan algunos de los factores ambientales que favorecen el descanso infantil:
- Evitar el exceso de ruido y de luz en la habitación
- Mantener una temperatura entre 18 y 22 grados
- Asegurar una correcta ventilación de la estancia
- Evitar el exceso de sequedad o humedad
- Elegir una cama grande y que no sea demasiado dura
- Utilizar el dormitorio solo para dormir, evitando otras actividades, siempre que sea posible
- No usar dispositivos electrónicos ni mirar la televisión en la cama
Hábitos que interfieren en el sueño infantil
¡Ojo con las cenas copiosas y las actividades estimulantes! Lo más conveniente es realizar cenas ligeras, que facilitan la digestión, y no incluir bebidas que contienen cafeína o chocolate.
Igualmente, se aconseja evitar el consumo de demasiado azúcar, así como beber demasiado antes de acostarse. Respecto a los bebés lactantes, nuestras pediatras añaden que no es necesario que coman cada vez que se despiertan.
Por otra parte, antes de ir a dormir, es preferible realizar actividades más relajantes en lugar de otras estimulantes.
En esta línea, las pediatras nos recomiendan evitar juegos competitivos, películas de acción y ejercicio físico durante las tres horas previas a la hora de dormir.
Pautas sencillas y disciplina diaria
Los niños con problemas emocionales también pueden sufrir trastornos del sueño. Por eso, se recomienda a los padres que estén atentos.
Por último, la doctora Concepción Hidalgo Figueroa, especialista en Pediatría del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, nos anima a poner en práctica todas las recomendaciones para dormir mejor.
«Siguiendo estas pautas que son aparentemente sencillas pero que requieren de una disciplina diaria, estamos seguras de conseguir un buen descanso de todos».
¡Atención las siestas!
Las recomendaciones varían según la edad. En general, es conveniente evitar las siestas largas en mayores de 5 años y también por debajo de esa edad si no duermen mucho durante la noche.
¿Y si se despiertan en mitad de la noche?
Solo hace falta una pesadilla o que tengan sed para romper el descanso de los niños. ¿Cuál es la solución en estos casos?
Si nuestros hijos se levantan asustados por la noche, la doctora Rubio nos aconseja acompañarlos de nuevo a dormir y ayudarles a disminuir la ansiedad o preocupación en pocos minutos.
«No debemos permanecer con ellos mucho tiempo en la habitación ni dormir en su cuarto», puntualiza la especialista.
Un vaso de agua junto a la cama
En cuanto a los niños que piden agua en mitad de la noche, la recomendación consiste en anticiparnos dejando un vaso de agua junto a la cama.
«Así propiciamos que puedan beber agua si lo necesitan, sin necesidad de levantarse, para evitar que se espabilen».
¿Y qué debemos hacer con los madrugadores? Se aconseja dejarles que se levanten y vayan a jugar en esa misma habitación o en otra.
Lo que no se recomienda es «obligarles a ir de nuevo a dormir si no tienen ya sueño, ya que genera un rechazo a lo que es dormir y una asociación negativa de lo que es cama y descanso», apunta la doctora.