¿Padece mi hijo/a pérdida auditiva? – 5 claves para descubrir si tu hijo padece algún tipo de problema en la audición – Oticon – conRderuido.com
- ¿Cómo saber si mi hijo tiene pérdida auditiva?
- El equipo de audiología de Oticon cita 5 claves para ayudar a padres y madres a detectar posibles problemas durante el desarrollo del niño.
La correcta audición es uno de los aspectos fundamentales en el desarrollo social, emocional y cognitivo
El sentido del oído es uno de los más importantes del ser humano.
La correcta audición es uno de los aspectos fundamentales en el desarrollo social, emocional y cognitivo de la persona.
Su desarrollo y protección desde la infancia es clave para garantizar que los niños tengan un crecimiento adecuado.
Esto es debido a que oímos con el cerebro, no con los oídos, es decir, es el oído el que captura los sonidos, pero es el cerebro el que los procesa y los interpreta.
Un diagnóstico precoz de la pérdida auditiva favorece la evolución del menor de forma natural, gracias a la maduración del nervio auditivo y la organización del sistema de procesamiento auditivo del cerebro.
Causas de la pérdida de audición
La pérdida de audición en un niño puede tener varias causas:
- Congénitas, las que están presentes ya en su nacimiento o poco después.
- Adquiridas, aquellas que acaban manifestándose durante la niñez, a lo largo de su crecimiento.
La otitis, los sonidos de alta intensidad y determinados medicamentos pueden provocar una pérdida de la audición
Los factores genéticos suponen cerca del 40% de los casos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otros factores son las infecciones tanto de la madre durante el embarazo como del propio niño (rubéola, meningitis, paperas o sarampión). También la otitis, muy común entre los niños, puede llegar a provocar una pérdida de audición.
Y, por supuesto los sonidos de alta intensidad de forma continuada, y por último determinados medicamentos.
Detección precoz de la hipoacusia
Teniendo en cuenta estas causas mencionadas, la pérdida de audición puede identificarse a edades muy tempranas, incluso después del nacimiento que es cuando se realizan los programas de detección precoz de la hipoacusia.
Pero en otros casos, la pérdida auditiva se desarrolla a lo largo del crecimiento del niño. Por esta razón, el periodo de desarrollo es en el que es aconsejable estar más atento y observar el ritmo de desarrollo.
El equipo de especialistas de Oticon recomienda tener en cuenta una serie de pautas que pueden alertar sobre la existencia de un problema audiológico:
- En su primer año el niño no vuelve la cabeza, ni reacciona corporalmente o siguiendo con la mirada, a sonidos familiares como la voz de sus padres.
El primer año, el niño no vuelve la cabeza, ni reacciona con la mirada, a sonidos como la voz de sus padres
- Entre los 2 y 3 años, el niño no entiende ni atiende a órdenes sencillas sin tener una ayuda visual; de igual manera el niño no es capaz de repetir frases.
- Hasta los 5 años el niño no es capaz de mantener una conversación sencilla, ya sea en el colegio o en casa con sus familiares.
- Durante las conversaciones el niño repite de forma constante y frecuente la pregunta ‘¿qué?’
- Tanto en casa como en el colegio el niño manifiesta una falta de atención frecuente y falta de concentración.
Estos consejos, facilitados por el equipo de audiología de Oticon, pueden ayudar a padres y madres a alertar de posibles problemas durante el desarrollo del niño.
En el caso de que observen estas anomalías se recomienda acudir al especialista y así realizar pruebas concretas y específicas para detectar un posible problema auditivo y tomar medidas para revertirlo y que el niño pueda seguir su correcto desarrollo.
Oticon
- Empresa líder en el diseño y fabricación de soluciones auditivas para adultos y niños.
- Tiene presencia en 23 países y sus productos se comercializan en más de un centenar.
- Su filosofía People first (las personas lo primero) representa el reto de la compañía por evolucionar en paralelo a la sociedad.
- Los usuarios no necesitan un audífono solo para oír y escuchar mejor, también lo necesitan para comunicarse, interactuar y participar de forma activa.