R de Ruido
Ruido ambiental y gravedad de la COVID-19
El ruido es un contaminante con un impacto en salud similar a la contaminación atmosférica química
Una investigación de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III analiza la relación entre ruido ambiental e incidencia y gravedad de la COVID-19.
La investigación está liderada por los científicos Julio Díaz y Cristina Linares.
Los resultados, publicados en la revista Environmental Research, señalan que hay relación entre los niveles de ruido ambiental y el número de casos, y las hospitalizaciones, pero no con los fallecimientos.
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Ruido ambiental y gravedad de la COVID-19
La investigación de los factores ambientales en relación con la COVID-19 se ha centrado sobre todo en variables meteorológicas y contaminación química.
Pero la contaminación acústica es también un factor de riesgo relacionado con la evolución y el empeoramiento de diversas enfermedades, como las cardiovasculares, respiratorias y la diabetes, entre otras.
Por ello, Linares y Díaz, junto con un equipo de la Universidad Politécnica de Madrid e investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca, han estudiado la posible influencia en COVID-19 de diversas variables ligadas al ruido.
Emisiones contaminantes
En una investigación realizada en la Comunidad de Madrid entre el 1 de febrero y el 31 de marzo de 2020, se analizaron los siguientes parámetros:
- Media de los niveles de contaminación acústica tanto diarios como promediados en 14 días
- Ingresos hospitalarios
- Admisiones en UCI
- Mortalidad asociada a la enfermedad
Para controlar la influencia de posibles factores ajenos relacionados, se controlaron las emisiones contaminantes de dióxido de nitrógeno (NO2) y de partículas PM10, además de variables de control ligadas a la estacionalidad.
Los modelos obtenidos en la investigación sugieren que, en el análisis univariado, el ruido se asocia a una mayor incidencia de la COVID-19 y a más ingresos hospitalarios y admisiones en UCI, pero no a fallecimientos causados por la enfermedad.
Con respecto a los modelos que incluían simultáneamente otras variables, como los contaminantes NO2 y PM10, los resultados señalan que los niveles de ruido se relacionan de forma individual con la enfermedad.
Pese a la existencia de colinealidad entre el NO2, PM10 y el ruido, hay evidencias de que la influencia del ruido es independiente de este tipo de contaminación atmosférica química.
¿Qué puede relacionar el ruido con la COVID-19?
El estudio también señala posibles variables que explican la asociación entre los niveles de ruido y la COVID-19:
- Influencia de los niveles de ruido en el sistema inmunitario debido al estrés biológico que puede generar
- Relación entre el estrés psicológico derivado del ruido y el empeoramiento de enfermedades cardiorrespiratorias
- Posibles efectos del ruido en el sistema nervioso central, la actividad muscular, la presión sanguínea, la actividad gastrointestinal y los niveles respiratorios
Alteraciones del sueño
Además, también citan las alteraciones del sueño que puede causar el ruido.
Y el posible impacto de los niveles de ruido en el estrés oxidativo, proceso celular que reduce la reacción del sistema inmunitario ante las infecciones.
Los autores citan entre las posibles limitaciones del estudio:
- Rango temporal en el que se realizó la investigación (cuatro meses en total)
- Influencia de la definición de casos de enfermedad al inicio de la primera ola (personas con síntomas importantes)
- Complejidad de analizar el ruido de forma independiente de los niveles de contaminación ambiental
- El hecho de que el estudio se hizo en zonas con gran incidencia de la enfermedad y con patrones característicos y diferenciados de comportamiento social.
Ruido y salud pública
Con estos resultados, los investigadores concluyen que los niveles de ruido pueden considerarse un factor coadyuvante en la incidencia y gravedad de la COVID-19 durante la primera ola en la Comunidad de Madrid.
La cuestión de fondo que revela este trabajo es que el ruido es un contaminante que tiene un impacto en salud similar a la contaminación atmosférica química y, por tanto, debe considerarse como un problema de salud pública.
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